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Un joven santotomesino es uno de los streamers más exitosos de habla hispana

Un joven santotomesino es uno de los streamers más exitosos de habla hispana

Ivan Buhajeruk es un pibe que nació hace en Santo Tomé, provincia de Santa Fe. Su alter ego es Spreen, que actualmente es uno de los streamers más importante de habla hispana de toda la comunidad de TwitchIvan nació en el 2000, pero Spreen lo hizo cuando decidió comenzar a crear contenido en internet. Lo hizo desde muy joven, ya que con apenas 12 años subió sus primeros videos de Minecraft a YouTube. Con el tiempo fue creciendo, su contenido fue mutando y hoy en día es seguido por millones de personas, que día a día ven sus directos y disfrutan su compañía.

—Muchas veces dijiste que te definirías con la palabra “creativo”, y es un término interesante e importante en este rubro.

—Siento que desde muy chico soy creativo. Hacía una banda de cosas, me gustaba mucho inventar cuando era chiquito. Después fui por el lado del arte y dibujo. Dibujaba mucho, creaba personajes, historietas, cosas así. Iba todo por ese ámbito. Después cuando tuve que elegir una carrera universitaria elegí diseño industrial, que también explota toda la creatividad. Me ayudó una banda a poder utilizar la creatividad con ciertos medios y canalizarla.

Ese ingenio y esa creatividad fue la que impulsó su carrera, y también con la que dio el puntapié inicial. El nombre Spreen nace de una empresa imaginaria que él había inventado, y que funcionó como tag para su canal de YouTube. Primero fue SpreenDMC, que hacía referencia a Minecraft, y luego surgió solo Spreen, como canal secundario, que casualmente es el que más suscriptores tiene hasta la fecha (3.31 millones contra 1.98).

“Siempre fui de hacer el contenido que a mí me gusta. Pero estuve muchos años estancado en eso porque no podía subir otra cosa que no sea Minecraft y eso limitaba mucho mi creatividad. Los juegos de Minecraft son muy amplios y podés hacer lo que se te cante, literalmente lo que se te cante. Pero a mí se me ocurría una idea de un video de otra cosa y sentía que no la podía hacer, porque no iba a tener el mismo apoyo. Hasta que un día me pintó, aproveché que ya había arrancado a stremear, no quería hacer lo mismo de siempre y dije “ya fue, me voy a arriesgar a hacer algo más variado”, y creé un nuevo canal, porque sentía la presión de que si subía otra cosa a la gente no le iba a gustar. Le mandé y le fue re bien”, repasa.

—¿Tenés bloqueo de ideas a veces?

—Bloqueo de ideas no suelo tener muchos. Lo que pasa es que se me ocurren de la nada. No espero que llegue la idea pero llega de la nada. Estoy viendo la tele y: “Uy alta idea”. Tengo la vista, y eso me lo enseñaron en la facultad, que siempre estoy pensando qué puedo llegar a hacer para contenido. En la facultad me habían dicho que todo lo íbamos a ver como diseñadores, y que los objetos los vamos a ver como diseños. Y ahora todo lo que veo lo traslado al contenido.

—¿Cómo hacés para organizarte y tener contenido fresco en las plataformas y distintos canales?

—Tengo un equipo. De las ideas del contenido me encargo yo, y tengo un equipo que me ayuda a crearlo. Tengo un equipo que se encarga del Discord, que suelen ser moderadores, ya que están al tanto de lo que voy diciendo en directo y eso. Me ayudan a preparar las cosas. También tengo un equipo que me ayuda con los eventos y juegos. Además está el equipo de editores también, que me tiran alguna que otra idea.

En 2019 Spreen decidió dejar la casa de sus padres y se mudó solo a un departamento de Santo Tomé por una situación que resultaba clave para su trabajo: internet. Donde vivía no tenía buena señal y muchas veces solo podía iniciar directo y subir videos a la madrugada. “Le propuse a mis viejos durante todo un año mudarme solo. Es difícil decirle a tus papás: ‘Che, quiero mudarme solo a las 19 años y yo me arreglo’, ¿entendés? Ni siquiera podían ver o entender lo que hacía. No era como un trabajo para ellos, era algo inestable, pero yo estaba seguro que si seguía por ahí iba a salir bien”, recuerda.

A mediados del 2021 llegó a Nordelta, Buenos Aires, de la mano de Team Heretics, una organización de esports de España que tiene base en Buenos Aires, y comenzó a integrar la Casa Blanca junto a Oscu y Brunenger: “Ellos me ayudaron mucho porque viven acá de chiquitos, pero para alguien del interior venirse a vivir solo acá es imposible. Esta oportunidad me ayudó porque estaba Oscu que es más grande, la tenía más clara, y mis viejos dijeron ‘hay control acá’. No había tanto control, pero hay control, ja”. Hace pocos días se venció su contrato con el club y por el momento se encuentra sin equipo.

—Muchos dicen que tenés el perfil de KRÜ…

—También me dijeron que tengo el perfil de KOI, el equipo de Ibai. Yo no estoy en nada, no estoy en nada. Pero porque recién acabo de salir de un equipo, quiero establecerme. Obviamente estoy abierto a propuestas pero no lo voy a manejar, ahora estoy tranqui.

—Tenés una linda relación con creadores de contenido de España y además estuviste en muchos eventos con ellos.

—Sí, se re coparon y eso me ayudó una banda. Les caí bien, me empezaron a invitar a todos los eventos y la re subió eso. Te sentís re integrado en la comunidad de Twitch global. Yo siempre me sentí como muy solo. Al principio cuando stremeaba acá en Argentina todo mi grupo de streamers amigos estábamos muy apartados de la escena, como la Coscu Army y todo eso. Después me integraron en esa parte de la escena y ahora en lo que sería la escena global y es una locura.

—¿En qué momento decidiste meterle con todo y tryhardearla en la creación de contenido?

—Estuve mucho tiempo subiendo contenido, hasta 2018 que me aparté de todo. Quería concentrarme más en lo que venía a futuro. Sentía que ya estaba esa etapa, la había cerrado. Pensé: “Me voy a concentrar en lo que viene que es la facultad, y eso que me iba bien, tenía mis 100.000 suscriptores y 40.000 visitas por video, que era una banda. En 2018 eran números bastante altos. Quería aprovechar mi último año de escuela. Casi todos los años de secundaria no los había aprovechado justamente por quedarme editando y subiendo videos. Y pensé en concentrarme en la escuela, boludear, salir y todo lo que no había hecho en ese momento.

—¿Sacrificaste mucho de tu adolescencia?

—Sí, sacrifiqué muchísima adolescencia. Desde que arranqué la secundaria me concentré full en esto hasta el ultimo año. Ahí fue cuando dije: “Ya fue, me voy a concentrar en lo que tengo que estudiar, voy a aprovechar mis últimos años de escuela”, e hice eso. También me concentré más en lo que era mi aspecto físico. En ese momento no subía videos con cámara entonces no me veía tanto a mí, no necesitaba estar tan bien. Y como no me importaba estar bien era la persona más dejada. No es que no me bañaba, pero estaba con el pelo recontra en la mierda, iba vestido con ropa que le sobraba a mi primo, cosas así. No me gustaba comprar ropa en ese momento, y ya tenía 18 años. Ya querés tener tu estilo. Me comencé a concentrar más en eso, arranqué la facultad, me había puesto de novio en ese momento. Y ahí sentí que estaba completo porque la estaba pasando bien. Me sentí tan completo que dije: “Bueno, ¿por qué no vuelvo a subir videos para sentir una nueva experiencia?”.

—¿Y ahí le metiste con todo?

—Arranqué, me empezó a ir bien de nuevo, Oscu me invitó a una serie y me empezó a ir mejor. Me empecé a poner las pilas. Estaba recuperándome, pero volví rápido. Y ahí le empecé a meter, meter, meter meter. Y después pasó lo del COVID y ahí fue cuando más aproveché. No había arrancando la facultad, y esa semana que se aplazó le metí una banda. A mitad de año dejé en pausa la facultad. Planeo retomar porque me gusta mucho la carrera, pero cuando vea que esto ya no me interesa o no da más.

—¿Qué te hace feliz?

—No sé qué me hace feliz. No siento que algo me llene mucho. Estoy como en un momento neutro. Hago lo que me gusta, lo hago porque me gusta y nada, ahí termina mi día y mi felicidad. Eso me hace feliz pero no es como la felicidad de la vida, me hace feliz en mi ámbito laboral, porque estoy haciendo lo que me gusta.

—¿Y por fuera de eso?

—Una tarde salir a caminar por un lugar que me hace acordar a mi barrio, o ir a mi barrio y salir a caminar con música me hace muy feliz. No lo hago hace mucho y cuando lo hago es como sentir que vuelvo a los años que iba a la escuela.

—¿Qué te genera miedo?

– Cuando me había arriesgado a esto era el tema monetario de no poder vivir con esto, o que me vaya mal y tener pocos ingresos, pero todo lo que vengo haciendo lo vengo ahorrando y me siento mucho más seguro. Es una presión que te sacás de encima y te vas a dormir sin pensar en eso, te sentís más tranqui. Y el miedo que hoy en día tengo podría ser que en un futuro siga neutro. Seguir neutro es un miedo que tengo. No encontrar algo que me despierte de nuevo, me llene como me llenaba el 2019, cuando volví a subir videos. Eso no lo siento hace mucho.

—Es parte de la vida eso…

—Es parte de la vida, pero es un miedo. Casi siempre hay algo que te hace retomar para volver a sentirte lleno. El hecho de estar neutro me hace acordar al típico chabón que tiene un trabajo que no le gusta y va todo el día a la oficina y vive solo y después llega a la oficina, ve una serie de Netflix, se va a dormir, y así todos los días. Me hace acordar a eso.

Actualmente Spreen vive en Buenos Aires, y tiene planes para poder ir a Santa Fe y hacer un ida y vuelta para no alejarse tanto de su familia: “Les propuse a mis viejos el tener un departamento acá y una casa allá, así cuando voy allá no siento que tengo la obligación de volver rápido porque tengo que prender stream. Me gustaría tener mi casita con mi set up, así voy, me junto con mis amigos a la tarde y a la noche prendo stream. Como hago acá, pero allá. Me gusta ser productivo. Me voy a dormir algún día sin hacer algo, lo que sea, y me siento mal. Digo ‘no amigo, qué día de mierda’. El hecho de ser productivo me da paz, puedo dormir”. Con apenas 21 años tiene un gran futuro como creador de contenido y es admirado en Argentina, el resto de Latinoamérica y España por su perseverancia, carisma, creatividad y buenas vibras. Está en el pico de una carrera que por ahora parece no tener techo.

Por Dalcru y Feca para Infobae

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