Damián Barrionuevo, el jefe de la banda que robó en dos casas del country de Santo Tomé, Altos de la Ribera, cerró este viernes una nueva condena en su contra. La tercera en su carrera delictiva que terminó trunca tras ser detenido en junio del 2021 por la causa que investigó el atraco al barrio privado.

La reciente condena fue dictada por el juez penal Pablo Spekuljak y estableció una pena de cinco años y tres meses de prisión efectiva, tras un acuerdo establecido entre la fiscal Lucila Nuzzo y la defensa particular de Barrionuevo, a cargo del abogado Martín Peón.

En dicho acuerdo, Barrionuevo aceptó haber sido el jefe de una asociación ilícita que cometió los dos robos en Altos de la Ribera y además por haber tenido en su poder un revolver que fue hallado en su casa del norte de la ciudad de Santa Fe y el cual fue encontrado por investigadores de la Agencia de Investigación Criminal debajo de una almohada de una cama. Por la causa, además ya fueron condenados otros integrantes de la banda que por medio de otros juicios abreviados aceptaron distintas condenas: Jorge David Contreras; Micaela Guadalupe Ramírez y Ezequiel Barcena. Mientras que aún queda pendiente resolver su situación procesal, el ingeniero químico Germán Bustos, acusado de ser el organizador de la banda. En tanto, continúa prófugo un hombre de nacionalidad chilena identificado como Mirko Fuentes Olave.

La investigación tuvo su inicio a partir de los dos robos ocurridos durante el fin de semana de carnaval de febrero del 2021. En ese periodo, la banda ingresó al country en dos oportunidades al country tras escalar un cerco perimetral lateral norte, tras tener el dato de que no había cámaras de seguridad ni funcionaban los sensores de movimiento.

La banda cometió los atracos aprovechando que los dueños de casa se encontraban de viaje. El primero fue entre el 10 y 12 de febrero y tuvo como blanco una propiedad ubicada en el lote 46, a la cual accedieron tras forzar una ventana. Una vez adentro, se alzaron de 500 mil pesos. Mientras que el segundo hecho sucedió entre el 12 y 15 del mismo mes, cuando los ladrones regresaron al barrio privado y se dirigieron al lote 28.

Allí treparon un balcón de cuatro metros y lograron sustraer una caja fuerte que contenía en su interior un arma de fuego calibre 9 milímetros y dos cajas con municiones del mismo calibre, 50 mil dólares, 100 mil pesos, varias joyas de oro; documentación personal y elementos de tecnología. Ambos casos fuero asignados a las fiscales Lucila Nuzzo y Gabriela Arri, que luego de recibir una serie de documentos vinculados a la causa y mediante el relato de un testigo de identidad reservada, lograron identificar a los integrantes de la banda.

Cuatro meses después, los investigadores de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) ejecutaron diez allanamientos el 15 de junio y detuvieron a un vigilador del country, a Barrionuevo y al químico Bustos, los cuales fueron llevados a una audiencia en tribunales en donde fueron imputados como los autores del robo e integrar una asociación ilicita. De los tres detenidos en ese entonces, solo Barrionuevo quedó en prisión preventiva por disposición del juez Héctor Gabriel Candioti, mientras que el vigilador y Bustos lograron obtener la libertad y transitar la investigación fuera de un establecimiento carcelario.

En medio de ese trámite judicial, las fiscales ordenaron la detención Verónica María José Duarte y Micaela Antonela Ramírez, acusadas también de formar parte de la banda que cometió los robos en el barrio privado santotomesino. En tanto, luego de una serie de peritajes y entrevistas, las fiscales también ligaron a la investigación a Barcena, Contreras y al chileno Fuentes Olave como parte de la trama.

De hecho, las fiscales establecieron que la banda se dedicó a cometer delitos contra la propiedad, por lo menos desde diciembre de 2020 hasta el robo en Altos de la Ribera, tanto en la ciudad de Santa Fe y zonas de influencia, como también en Rosario y Cañada de Gómez. Como, por ejemplo, el robo a una joyería rosarina ubicada en Córdoba al 1400. Inclusive, la investigación detectó que la banda, tras el rob en Altos de la Ribera, había planificado dar un golpe delictivo a una financiera de calle Tucumán, entre San Martín y San Jerónimo, en pleno centro santafesino, y a la cual iban a ingresar por una cochera contigua.

Tal plan fue advertido a partir del hallazgo de un video que grabó el ingeniero Bustos luego de contratar el servicio de una caja fuerte en la entidad financiera. Inicialmente, los investigadores creyeron que ese registro fílmico indicaba donde la banda guardaba los elementos robados. Sin embargo, con el devenir de la investigación, y a partir de una escucha al teléfono que Barrionuevo usó en prisión, se determinó que fue grabado para que la banda conozca las medidas de seguridad de la bóveda.

Fuente: Aire de Santa Fe