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Cobe, el freestyler santotomesino, viaja a Chile para representar a Argentina

Cobe, el freestyler santotomesino, viaja a Chile para representar a Argentina

El freestyler santafesino Matías Ruiz o Cobe contó sobre el último logro en Rosario y el desafío de representar al país en una final internacional que se disputará el vienes en Santiago de Chile. “El freestyle es un debate de rimas improvisado entre dos personas. Cuando empecé hace unos años había muchas agresiones, los ataques eran sobre el aspecto físico sobre todo. Pero eso se terminó agotando y modernizando, además de aggiornando a la realidad. Hoy se debate una idea”, contó Matías consultado sobre la esencia de esta práctica que suma cada vez a más jóvenes. El domingo pasado, el santafesino ganó una batalla de gallos o batalla de freestyle en Rosario, y el viernes viajará Santiago de Chile para representar al país en una competencia internacional.

Su historia

Fresco, suelto, con todas las características que anteceden al huracán en el que se convierte cuando hace freestyle, se presenta como Matías Ruiz o Cobe. “Como quieras está bien, pero Cobe me gusta”, dice. Tiene 22 años, vive en Santo Tomé y en 2014, después de ver improvisar a tres rosarinos a través de una computadora Conectar Igualdad, comenzó a rapear. Hoy, espera ansioso competir para clasificarse a la competencia internacional más importante en el rubro: la Red Bull Batalla.

“Es como el fútbol, podes llegar pero hay más chances de que no”, asegura muy consiente de las diferentes realidades y de la importancia de las oportunidades. Con madurez y abierto a promover y dar a conocer una cultura que aún se está haciendo lugar en el mundo, explica que el freestyle es “una pasión como cualquiera”, pero que también implica mucho trabajo. “Es una cultura hermosa, divina”, reflexiona con seguridad y con un brillo en los ojos. “Pero lleva mucho tiempo fuera de casa, lejos de los amigos, la familia, aunque después conocés un montón de gente”, agrega, y aclara que con unos cinco años en competencias, al lugar del país que vaya tiene alguien que lo va a esperar en la casa.

Con práctica informal y la poca información sobre el freestyle o el rap que circulaba en Argentina, Cobe comenzó a competir un año después, en 2015. “Me voló la cabeza”, contó sobre el video que lo introdujo. “Llegué a mi casa y empecé a practicar, freestaleaba con amigos, pasaba mi mamá y le rimaba”, narró. El joven recuerda que en las primeras competencias a las que fue en Santa Fe eran como máximo 15 o 16 participantes y como mínimo, ocho. “Una vez llorábamos de la alegría porque había 30 participantes”, confesó. Año tras año, competencia tras competencia, rima tras rima, Cobe fue creciendo a la par de la disciplina en la provincia. Hoy el trabajo cultural y colectivo, que tiene demasiado de espontáneo pero no menos de esfuerzo, da frutos exitosos como Cobe y otros representantes santafesinos a nivel nacional y mundial.

“No hay que quedarse con que uno es el mejor, sino buscar potenciar a los demás, porque esta es una cultura solidaria, que incluye muchísimo”, asegura Cobe. Para Cobe ya desde 2012 o 2013 se había impulsado el freestyle en Santa Fe de la mano de exponentes que hoy están haciendo música como Los Insolentes, Delfino y Pala CLK. Además, hace referencia a algunas competencias como Invasión Rappers y Rap 360, que continúan realizándose en la ciudad. “Hoy somos entre 200 o 250 personas, es una locura”, remarca. “Avanzó la tecnología y con ella la difusión”, asegura.

Un cambio de rumbo

Cobe terminó la secundaria y comenzó a estudiar psicología en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) hasta 2019, cuando su familia le pidió que abandonara la carrera ante la imposibilidad de solventar los gastos que implicaba vivir en Paraná. “Con todo lo que conlleva ser padre y decirle a tu hijo que deje de estudiar porque no hay plata, yo creo que fue más difícil para ellos que para mi”, indica. “Para mi cuantas más personas hay es más cómodo, aunque después no pueda hablar en frente de seis o siete personas”, contó Cobe.

Cobe recuerda que rapeaba en la peatonal de la capital entrerriana y vendía salamines en la calle para pagarse la licenciatura. Además, se ayudaba con los subsidios del Estado para los estudiantes. “Es una ciudad chica, la gente me conocía y ya no me dejaba tanta propina”, señaló. “La situación en casa ya era difícil y como dejaba la carrera, me dijeron que era bueno en esto del freestyle, que por qué no me dedicaba a eso mientras trabajaba”, cuenta. Fue así como la disciplina se afianzó en su vida y se convirtió en mucho más que un pasatiempo.

A los otros chicos y chicas que quieran dedicarse al freestyle les dice que lo que sirve es aprender: “Yo hoy estoy acá pero si en dos fines de semana me va mal, puedo retroceder”, dice. Por eso, los incentiva a que se diviertan y tomen las experiencias, porque asegura que después van a encontrar el camino.

Una cultura solidaria

Lo que no se gana, no se pierde, sino que se aprende. A eso Cobe lo tiene grabado en su mente, su corazón y su personalidad. Pero desea que todos los que sueñen con llegar a lugares como él, lo tengan presente. “No hay que quedarse con que uno es el mejor, sino buscar potenciar a los demás, porque esta es una cultura solidaria, que incluye muchísimo”, asegura. “Ahora estamos peleando mucho para que las mujeres tengan más espacios y hay muchas más competidoras a nivel nacional y acá en Santa Fe”, sostuvo.

Fuente: Aire de Santa Fe

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