Agentes del Organismo de Investigaciones y de la Agencia de Investigación Criminal detuvieron este viernes a un hombre implicado en el homicidio de Matías Casco, cuyo cuerpo fue envuelto en una bolsa y descartado en aguas del Río Coronda, en jurisdicción de Sauce Viejo, en el año 2020. El procedimiento tuvo lugar en una vivienda rural ubicada en la zona sur de Recreo (cerca del barrio Las Mercedes) y fue a partir de una causa encabezada por la fiscal del área de Criminalidad Organizada, Laura Urquiza, quien ordenó la detención de Ernesto Q., el principal investigado.

En el allanamiento, los investigadores hallaron además automóviles, dinero en efectivo (cerca de medio millón de pesos y algunos dólares), dos armas de fuego, como también cogollos de marihuana en cajas y cocaína, por lo que fue convocada la Brigada Operativa Departamental de Drogas de la Agencia de Investigación Criminal. El detenido, según indicaron fuentes del caso a AIRE, tenía además un pedido de captura activo en el marco de la causa que investigó el tráfico por la hidrovía del Paraná de 290 kilos de marihuana que iban dentro del buque Don Juan y que fueron secuestrados por la Prefectura Naval Argentina a la altura de Santa Rosa de Calchines, en septiembre del 2019.

Un disparo en la cabeza

El reciente allanamiento fue a partir de una investigación realizada estrictamente en la Fiscalía que apuntó a esclarecer el crimen de Matías Casco, cuyo cuerpo fue encontrado el 7 de diciembre del 2020 en aguas de Sauce Viejo. El cadáver se encontraba atado y envuelto en una bolsa. Además, presentaba un disparo de arma de fuego en la cabeza, situación que evidenció que se trató de un crimen con sello mafioso. El hallazgo se dio luego de cuatro días de búsqueda, ya que Casco desapareció el 3 de diciembre cuando salió de su casa para ir a trabajar a un establecimiento rural de Recreo, el cual fue justamente allanado este viernes por el personal del Organismo de Investigaciones.

En aquel entonces, el paradero de Casco fue denunciado por su pareja en la Subcomisaría 17 de Loyola Sur, por lo que se inició una investigación que estuvo a cargo del fiscal Marcelo Fontana, el cual dispuso requisar el inmueble a donde Casco dijo que iba. Sin embargo, cuando el funcionario se hizo presente en el domicilio, quienes se encontraban allí se negaron a darle paso a la policía. Tras conseguir la orden de allanamiento, la policía pudo entrar al establecimiento, pero no encontró a Casco y solo halló un invernadero narco, con más de 300 plantas de marihuana.

Unos días después, pescadores que navegaban por el río Coronda, a la altura de Sauce Viejo, advirtieron la presencia de un cuerpo que flotaba y que se encontraba envuelto en una bolsa, por lo que avisó a la policía. El cadáver fue llevado hasta la costa y luego derivado a la morgue judicial para su autopsia, en donde el cuerpo médico forense detectó que presentaba un disparo en la cabeza.

El caso quedó en manos inicialmente del fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, Gonzalo Iglesias, que dispuso una serie de medidas para tratar de esclarecer el hecho. Sin embargo, la investigación no logró sus frutos, por lo que la causa se frenó. Tres años después, el expediente pasó a ser tramitado por la fiscal Urquiza, la cual dispuso detener a Ernesto Q. para luego llevarlo a audiencia imputativa en tribunales, la cual tiene previsto realizarse la semana próxima.

Prófugo por el Buque Don Juan

Sobre Ernesto Q., además pesa un pedido de captura emitido en su momento por el fiscal federal de Buenos Aires, Santiago Marquevich, por la causa que investigó el tráfico de marihuana por el río Paraná y que terminó con el secuestro de 291 kilos de marihuana y 293 gramos de clorhidrato de cocaína que iban dentro del buque Don Juan que zarpó de Paraguay el cual fue retenido en jurisdicción de Santa Rosa de Calchines, en septiembre del 2019.

Por aquella causa, que luego pasó a tramitarse en la ciudad de Santa Fe, fueron condenadas un total de nueve personas a penas de 2 a 6 años de prisión. Se trata de Emilio Curi Huespe, Mauricio Bogado Leiva, Hugo Rolón Valdéz y Héctor Fernández, quienes recibieron penas de seis años de cárcel por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravado por la intervención organizada de tres o más personas.

Mientras que Juan Acosta, Marcela Leguizamón y Héctor Alaniz fueron condenados a tres años de prisión como partícipes secundarios del mismo delito. Finalmente, Rubén Álvarez y Alejandra Sánchez deberán purgar dos años de prisión como autores del delito de tenencia simple de estupefacientes.

Fuente: Aire de Santa Fe