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por
la redacción
“Agua de manantial nos cobra y nos manda agua de la zanja”. Con esta frase, una vecina de Santo Tomé reflejó los problemas que sufren por la mala calidad del agua en barrios como Adelina Centro, Loyola y San Martín. Fue uno de los reclamos de la ruidosa protesta que llevaron adelante en la puerta del municipio dirigida a la intendenta Daniela Qüesta Recordaron que el viernes 31 de enero se reunieron con algunos concejales, quienes les aseguraron que el agua es apta para consumo. Sin embargo, llevaron a la marcha los frascos con al agua turbia que sale de las canillas.
No es la primera vez que se movilizan para pedir una mejora en los servicios esenciales, como el de agua potable, el desmalezamiento , la limpieza y el estado de las calles. Ya presentaron varias notas y al no obtener respuestas, insisten con hacer público el reclamo. Solicitan que el municipio asuma el compromiso de mejorar la calidad de vida de los contribuyentes que hacen el esfuerzo de pagar los tributos, destinados para tal fin. Hubo momentos de tensión cuando ingresaron al hall de la Municipalidad a la espera de que alguien los reciba.
La respuesta oficial
En cuanto a la prestación de los otros servicios, la intendenta reconoció que para achicar gastos y garantizar el pago de sueldos, se cortaron las horas extras. Eso afecta el trabajo de las cuadrillas y en esta época de verano “se juega una carrera permanente con los yuyos” que este año no pudimos empardarla. Más adelante atribuyó estos inconvenientes a la crisis económica que llevaron al ejecutivo municipal a tomar decisiones vinculadas a la sana administración. “Hubo tres devaluaciones el año pasado y eso generó impacto en todos los municipios, no sólo en Santo Tomé”, concluyó Qüesta
Fuente: Telefe Santa Fe
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