Seguinos

Interés General

La familia de Juan Pablo Cano espera esta semana la llegada de sus restos

La familia de Juan Pablo Cano espera esta semana la llegada de sus restos

La familia de Juan Pablo Cano, el montañista santotomesino que perdió la vida mientras escalaba la pared de El Caraz, una montaña de la Cordillera Blanca, en Perú, espera que sus restos lleguen antes del fin de semana al aeropuerto de Rosario. El viernes pasado finalizaron todos los trámites en Lima y ahora resta que el gobierno peruano y el servicio que hará el traslado hagan lo propio.

En diálogo con UNO en la Radio, Luis, hermano del montañista fallecido, explicó en qué estado están los trámites para repatriar el cuerpo. “Lo que tiene que ver con nuestra parte legal y burocrática para poder traer a Juan, que el jueves fue cremado, estuvimos con mi mamá hasta el viernes haciendo los trámites en Lima, Perú, para poder traer las cenizas a Santa Fe. Con eso estaría todo lo que teníamos que hacer para que llegue al aeropuerto de Rosario”, explicó.

“Ahora lo que falta –continuó– es todo lo que tienen que hacer el gobierno de Perú y desde el servicio que está cargo del envío para poder pasar la aduana y que llegue al aeropuerto. Paralelamente hay que hacer la nacionalización de los restos para después poder retirarlo y llevarlo hasta Santo Tomé”.

Acerca de la gran cantidad de trámites burocráticos que tuvieron que hacer para repatriar los restos de Juan Pablo, su hermano dijo: “Entendemos que es parte del sistema, no es una excepción para nosotros. Es difícil porque uno va con la cabeza muy enfocada en otro ámbito, en lo emocional y estar todos estos días para hacer los trámites no es para nada fácil”.

“Desde distintos ámbitos tuvimos una colaboración muy grande para tratar de que todo este paso sea lo más breve posible”, agradeció y agregó: “Hemos logrado muy buen tiempo para hacer la parte administrativa, que no es sencilla y que al ser un accidente internacional requiere un montón de papeleos, burocracia, análisis que tienen que ver con lo legal, con lo médico. Pero pudimos salir adelante con todas esas cuestiones y ya regresamos y estamos a la espera de saber cuándo estaría llegando Juan”.

En ese sentido, ahora la familia espera que antes del fin de semana lleguen las cenizas de Juan Pablo. “Eso depende de que se complete la documentación de parte del servicio que tiene a cargo el envío del lado de Perú. Pero eso no está en nuestras manos”, aclaró Luis y dijo que seguramente habrá un momento para despedir a Juan Pablo en Santo Tomé.

En la actualidad, Luis está radicado en el norte de la provincia de Salta, pero a pesar de la distancia dijo que eran una familia “muy cercana y presente”. Al respecto relató: “Justamente el mes antes de viajar Juan estuvo en Santa Fe y nosotros estuvimos allá. Todo mi grupo familiar estuvo con mi familia grande, con mis hermanos, con mi mamá y mi padre y hemos podido compartir. A mí también me gusta la montaña y estuvimos compartiendo tres días con mis dos hijos y con Juan en Los Gigantes”.

Luego continuó: “En este proyecto que él tenía iba a estar tres meses. Al momento del accidente llevaba dos meses allá. Él venía con un proyecto importante en este ámbito que él se movía y estaba creciendo muchísimo. En esos dos meses llevaba siete cimas alcanzadas en lo que es la Cordillera Blanca”.

Ante la pregunta de qué fue lo que se encontraron al llegar a Perú, el hermano de Juan Pablo respondió: “Lo que nos encontramos allá, desde el consulado y los distintos ámbitos en los que nos tuvimos que mover fue que también fue un golpe duro para ellos. Es una zona de montañistas, como toda la Cordillera Blanca. Pero también los golpeó. Hubo muchos montañistas que se solidarizaron y colaboraron desinteresadamente. Todos lo hicieron desde el corazón y nos sentimos muy acompañados”.

“En lo que tiene que ver con el accidente hay muchas cosas que no se van a saber porque las dos personas (el otro montañista era Ian Schwer, de Bariloche) que participaban de la travesía murieron. Hay muchos datos con los que no se cuentan. Lo que sí se sabe es que ellos tenían pensado de antemano realizar esta cima y tuvieron una semana de preparación para la planificación de lo que estaban haciendo”, afirmó.

“Hay fotos porque ellos estudiaron las vías, fueron hasta el lugar, analizaron, se juntaron con distintos guías. Estaba muy bien analizado y pensado”, aseguró el hermano de una de las víctimas y añadió: “Ellos partieron y llegaron hasta el lugar donde hicieron campamento en la laguna Parón y desde ahí se camina hasta la base donde se hace campamento. Se estima que pasaron el día y la noche aclimatando y al día siguiente hicieron el intento de cima que es cuando fue el accidente. Pero qué es lo que causó el accidente no es fácil saberlo”.

“A ellos se los encontró al pie del glaciar, justamente en la línea donde ellos tenían pensado hacer el ascenso. Por el estado (de los cuerpos) se estima que estaban muy alto en el ascenso, pero fuera de eso cualquier cosa que se pueda decir son suposiciones”, aseveró.

Luego dijo: “Del rescate participaron muchos montañistas de España, Estados Unidos, Chile, Argentina, Perú. El grupo que detectó la ausencia fue el primero que llegó y es el grupo de amigos con los que vivían y que sabían cuándo salían y cuándo tenían que llegar. Al observar la demora ellos se acercaron hasta el punto donde tenían que estar por si había algún retraso por una lesión u otra cuestión”.

“La particularidad es que el ascenso de la pared del Caraz, que es una montaña de un nivel de dificultad elevado, no se puede hacer de día; se tiene que hacer de noche. Ellos (los rescatistas) llegaron durante el día y no pudieron hacer el ingreso al glaciar, visualizaban los dos cuerpos pero no podían corroborar la identidad de las dos personas. Ahí se armó el grupo de rescate más grande, mientras que el de avanzada fue el que retiró los cuerpos por la noche y los llevó hasta un punto de acceso para poder sacarlos durante el día”, concluyó.

Fuente: UNO Santa Fe

2 Comments

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Seguinos en Facebook

Mas en Interés General