Como informáramos oportunamente, semanas atrás los integrantes de la Asociación Civil San Ignacio de Loyola dieron a conocer públicamente su preocupación y su indignación frente al pésimo estado que presenta el agua potable en su barrio. En aquel momento, los vecinos denunciaron que ante la falta de respuestas de parte del municipio, fueron ellos los que encargaron un estudio ante el ENRESS, el cual determinó que la calidad del agua la hacía no apta para su consumo.

A partir de este reclamo, y de la aparición en los medios de la información, el municipio puso en marcha una serie de acciones que incluyen la limpieza del tanque central que abastece a todo el sector, medida primaria para que en el mediano plazo los habitantes del barrio puedan disfrutar del agua que se merece. En este mismo sentido, representantes de la Asociación Civil fueron recibidos esta mañana en el Concejo Municipal de Santo Tomé, donde tomaron contacto no solo con los legisladores locales sino también con funcionarios del Ejecutivo.

En una reunión que fue solicitada por los vecinos y gestionada por la actual presidenta del cuerpo, Gabriela Solano, ambas partes tuvieron la oportunidad de conversar en profundidad respecto de la problemática que aqueja a los vecinos del barrio Loyola. Como parte del encuentro, el Secretario de Obras Públicas, Sergio Trevisani, y la Directora de Gestión y Desarrollo de Proyectos, Mariana Albornoz, brindaron mayores detalles acerca de las acciones que por estas horas se llevan adelante para dar solución a este inconveniente. Del mismo modo, los concejales de la ciudad confirmaron que a pedido de la intendencia llevarán a cabo una sesión ordinaria en febrero próximo en la que buscarán un proyecto que eximirá a los vecinos del barrio de pagar el impuesto por el servicio del agua.