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Suspendieron una audiencia por femicidio porque no encontraron al preso

Suspendieron una audiencia por femicidio porque no encontraron al preso

La investigación por el femicidio de Elena Beatriz Luna ya se encuentra finalizada y este viernes debía realizarse la audiencia preliminar para la realización del juicio oral. Sin embargo, el acto no pudo concretarse porque no habían trasladado al imputado a tribunales y no lograron conectarlo vía zoom.

José Luis Bordón se encuentra en prisión preventiva desde el 25 de julio de este año, y cuenta con la representación del abogado particular Guillermo Corestein. El femicidio de Luna fue investigado por la fiscal Alejandra Del Río Ayala, de la Unidad de Violencia de Género Familiar y Sexual.

El inicio de la audiencia estaba previsto para las 10:30 de este viernes, y ante la ausencia de Bordón en tribunales, el juez Pablo Busaniche dispuso un plazo de 15 minutos para tratar de conectarlo por videoconferencia. Como esto no se logró, la audiencia fue suspendida y esperan que sea reprogramada para antes de fin de año.

El caso

El 3 de marzo de 2017 la policía de Santa Fe entró en una vivienda de calle Francia al 1700 en el barrio Sur santafesino. Buscaban a Elena Beatriz Luna, quien tenía una denuncia de pedido de paradero desde enero de 2017.

Los uniformados revisaron la vivienda y cuando ingresaron al dormitorio, debajo de la cama, envuelto en una manta, encontraron un cuerpo en avanzado estado de descomposición. El cuerpo presentaba signos de violencia, y a priori parecía que había sido estrangulada. Al lado del cadáver, los uniformados encontraron una soga que quedó secuestrada como evidencia en la causa. Sin embargo, en ese momento no hubo personas detenidas por la autoría del hecho.

Cuando la investigación fue derivada a la flamante Brigada de Femicidios, se volvió a analizar el expediente, a recibir entrevistas y concretar una serie de pesquisas, tras lo cual la fiscal interviniente consideró que se había conseguido evidencia suficiente para solicitar la detención de la ex pareja de la víctima. La captura del sospechoso se concretó en un allanamiento realizado en un inmueble de calle Los Ceibos S/N, en el Barrio los Paraísos, de la ciudad de Coronda.

Violencia de género

Al momento de realizar la imputación y luego al presentar la acusación, la fiscal Del Río Ayala reconstruyó la vida de la mujer, y su abrupto final, según la abundante evidencia que se logró reunir en cuatro años de investigación: Elena Beatriz Luna pasó de vivir para cuidar a sus padres, a vivir para cuidar a su hija. La niña nació de la única relación de pareja que tuvo, un noviazgo durante una década con un hombre varios años más joven: Bordón.

Elena no tenía familia, solo una prima que en enero de 2017 denunció que no tenía noticias de ella “desde hace bastante tiempo”. Bordón le había dicho que Elena se había ido a Santo Tomé con una nueva pareja, y ante la insistencia de la prima por no tener noticias de Elena, le dijo que ahora estaba en Rosario. Pero Elena había desaparecido de la faz de la tierra.
El 8 de marzo de 2017 se realizó un allanamiento en la casa de Elena, ubicada en Francia al 1700, en el barrio Sur de Santa Fe. Las puertas estaban cerradas, la reja tenía dos lingas colocadas del lado exterior, y dentro de la casa solo había telas de araña y polvo. Nada faltaba, nada estaba fuera de lugar.

Al revisar el dormitorio, los pesquisas encontraron el cadáver de Elena abajo de la cama, estaba en avanzado estado de descomposición y con una soga atada al cuello.

Asfixia

La autopsia determinó que la mujer había sido ahorcada con un elemento duro, una soga o un cable, y si bien no se pudo precisar la fecha de muerte, era de larga data: podían haber pasado seis meses. En tanto, una pericia realizada por la Gendarmería descartó que Elena se haya suicidado, y no dejó dudas de la participación de un tercero en el lugar.

Del Río Ayala sostuvo que si bien no es precisa la fecha de la muerte, considera que ocurrió el 29 de septiembre de 2016. Ese día, Bordón fue a buscar a la hija que tenía en común con Elena a la escuela, lo cual habitualmente realizaba la mujer, y solicitó el pase para una escuela de Coronda para el próximo día hábil.

Además, ese mismo día el imputado echó a correr una versión entre las vecinas de Elena, y el único familiar de la mujer, la prima, para justificar por qué no la iban a ver más: les dijo que la mujer había encontrado con una nueva pareja, y que se iba a mudar a Santo Tomé. La versión se mantuvo hasta que la prima de Elena radicó la denuncia por pedido de paradero, preocupada por no tener noticias de la mujer; dos meses y medio después, la búsqueda de Elena desencadenó en el macabro hallazgo del cadáver de la víctima escondido debajo de la cama.

Estas actitudes del imputado fueron remarcadas por la fiscal Del Río Ayala al momento de pedir la prisión preventiva que fue impuesta por la jueza Sandra Valenti por entender que existe riesgo de entorpecimiento probatorio. En especial, para proteger la declaración de tres vecinas, y de la hija de la víctima y el imputado, niña que hasta los 9 años vivió con su mamá, hasta que su papá la fue a buscar, se llevó ropa y juguetes, la mudó de ciudad y la cambió de escuela. La ropa y los juguetes era lo único que faltaba de la casa de calle Francia al 1700.

Fuente: Aire de Santa Fe

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