La superpoblación en las comisarías de Santo Tomé es “una bomba de tiempo”, señaló este jueves la intendenta de esa ciudad, Daniela Qüesta.  Los gritos, tiros y fugas en la Comisaría 12° de Santo Tomé son una constante. Los vecinos sufren las consecuencias de la situación y viven en alerta por temor a las situaciones de violencia que se puedan generar. “El viernes nuevamente hubo problemas adentro de la comisaría: tiros, gritos, los vecinos nos pusimos en alerta, instalamos alarmas comunitarias, las hicimos sonar porque nos habíamos qué pasaba. Hubo un gran despliegue, un caos y no sabíamos si se habían escapado. Dijeron que habían entrado a requisar porque decían que había teléfonos y los presos no querían y se armó una batalla campal”, confirmó uno de los vecinos al móvil de AIRE.

La dependencia aloja a un número superior a la capacidad que posee y las autoridades municipales esperan una solución de fondo de parte de la provincia. “El problema sigue siendo el mismo, la comisaría se descomprimió tras la fuga y el traslado de detenidos”, sostuvo en diálogo con AIRE la intendente de Santo Tomé, Daniela Qüesta. Sin embargo, para la funcionaria esa no es una solución real y la problemática de fondo está relacionada con la política del Servicio Penitenciario. En este caso la particularidad se centra en la cercanía de la dependencia con las viviendas de los vecinos. “La verdad es que esto sigue siendo una bomba de tiempo en la medida en que las soluciones sean temporales”, afirmó Qüesta.

La funcionaria municipal recalcó que la superpoblación y el traslado de los presos son una problemática común que requieren una solución de fondo. “En menos de un año los detenidos se escaparon por el mismo agujero, es algo inexplicable”, recalco Qüesta en torno a las tres fugas que se dieron en la comisaría 12°.

Fuente: Aire de Santa Fe