El mismo día en que la intendenta de Santo Tomé Daniela Qüesta dijo que la superpoblación en comisarías es “una bomba de tiempo”, los vecinos que viven cerca de la Comisaría 12 registraron gritos, corridas y sirenas estridentes anoche en medio de una requisa. Afuera el techo de la comisaría luce tapado por las bicicletas incautadas en los hechos delictivos que los policías acomodaron a modo de barricadas.

La Comisaría 12 de Santo Tomé cuenta con 29 detenidos, número que excede la capacidad real del lugar que fue previsto para 16 internos. La última fuga de la que se tuvo conocimiento data del 5 de marzo de este año. Por una cuestión de seguridad los mismos policías utilizaron las bicicletas incautadas en la calle para cubrir los techos de la dependencia policial.

El jueves por la noche, el miedo se apoderó de los habitantes de barrio San Martín cuando comenzaron a escuchar gritos, ruidos estruendosos, sirenas y frases amenazantes de los presos con intenciones de escapar de la seccional. “Vamos a arrancar la reja, decían. Vivimos con miedo, no tenemos solución de nada, nadie nos atiende. La intendenta probó miles de cosas pero no logró soluciones”, expresó Sonia.

Fuente: Aire de Santa Fe