Este 2019 será el año en que dos equipos de la ciudad de Santo Tomé volverán a coincidir en el nivel máximo del fútbol liguista. Una situación que no se daba desde 2002, cuando Loyola y Floresta representaban a la vecina ciudad en la Primera División “A”. Paradójicamente, se trata de dos instituciones que por aquel entonces atravesaban momentos de resplandor que no pudieron volver a experimentar. Esta vez, el fútbol santotomesino se codeará con los clubes más importantes de la ciudad y la región de la mano de Independiente y Don Salvador, los dos equipos que se quedaron con los ascensos que se pusieron en juego la temporada pasada.

La última vez que dos equipos de Santo Tomé coincidieron en la máxima categoría, se jugaron tres torneos: Apertura, Oficial y Clausura. Los campeones fueron Banco Provincial, Colón de San Justo y Gimnasia y Esgrima, respectivamente. Los campeonatos estaban divididos en zonas y como Floresta y Loyola integraron siempre grupos diferentes no se enfrentaron ni una sola vez. Por ello, para encontrar el último clásico santotomesino en el círculo mayor es necesario remontarse hasta el año 2001, cuando se disputó en el marco de la fecha 11 de los torneos Apertura y Clausura. El primero tuvo lugar en la cancha de Floresta e igualaron 3 a 3. El siguiente se jugó en el reducto de Loyola —justamente donde hoy se emplaza el Club Don Salvador— y fue victoria local por 2 a 1.

Pocos habrán imaginado en ese entonces que aquel sería el último derbi santotomesino en Primera “A” por muchos años. Fue el 22 de septiembre y arbitró Ariel Bustos. La información brindada por El Litoral al día siguiente, refleja que a los goles de Loyola los anotaron Castañeda, a los 21 minutos del primer tiempo, y Marcoaldi, a los 34 del segundo; el descuento llegó a los 46 del complemento por intermedio de López. Loyola, dirigido por Jorge Benítez, alistó a: Benvenutti; Cabal, Milocco, Ramírez, Sánchez, Escudero, Carpensano, Nitschke, Castañeda, Piccioni y Minotti. Luego ingresaron Marcoaldi por Castañeda, Matiachi por Carpensano y Franco por Minotti. Floresta, bajo las órdenes de Alejandro Furini, formó con: Susmann; De Giorgio, Oscar Fidalgo, Cervini, Cáceres, Juan Fidalgo, Garboso, Moreira, Marcelo Catania, Ruiz y Sañudo. Después ingresaron Fernández por Garboso, López por Sañudo y Diego Catania por Moreira. Ese mismo día se decretó el descenso del Deportivo Nobleza y luego perdería la categoría Ciclón Racing, equipo que peleaba la permanencia con Loyola. El conjunto santotomesino terminó penúltimo con 13 puntos pero lo salvó el promedio; en el torneo Apertura había sumado 20 unidades. Floresta, por su parte, totalizó 25 puntos en el Apertura (a ocho del campeón Colón) y en el Clausura hizo 22, las dos veces finalizando encima de la mitad de la tabla.

El siguiente fue el año que marcó el final de la incursión del desaparecido Loyola en la máxima categoría liguista. La primera formación del equipo que comandaba la dupla técnica Bernasconi-Becerra tenía a los siguientes apellidos: Henaín; Cabal, Gatti, Villarreal, Salinas, Cantero, Minotti, Piccioni, Marcualdi, Salomón, Celeri. También ingresaron Domingorena y Caíto. Tras una floja actuación, que no pudo remontar durante el Torneo Oficial que se jugó a mitad de ese año, su descenso se decretó promediando el Clausura. Fue el 5 de octubre por la tercera fecha, en una derrota 4 a 1 ante Central San Javier en condición de local. Su último partido en Primera fue ante el mismo rival: por la sexta y última fecha de la zona que integró, con derrota 4 a 2.

El año 2002 de Floresta arrancó muy bien e incluso lo tuvo animando el primer torneo. En el apertura superó la fase regular y llegó hasta las semifinales de los playoffs, donde quedó eliminado con Las Flores que luego perdió con Banco la final. El equipo era dirigido por Miguel Molinari y tenía apellidos como: Susmann; Servini, De Giorgio, Cantero y Fidalgo; Moreyra, Gómez, Ramírez y Fernández; Garboso y López. En el Oficial padeció una mala racha de 1 punto sobre 18 que lo alejó de la pelea por el campeonato pese a que había comenzado bien. Para el final de ese torneo regresó Alejandro Furini a la dirección técnica del equipo, pero en el Clausura no logró clasificar a la ronda decisiva. Después Floresta realizó dos temporadas de escasa sumatoria y se terminó yendo al descenso en el año 2004. Desde ese momento, Santo Tomé debió aguardar hasta el ascenso que Atenas concretó en 2015 para volver a tener un equipo en Primera. El “Griego” duró apenas una temporada y descendió justo cuando subía Independiente, que también pudo mantenerse sólo un año.

Fuente: El Litoral