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La ONG Una Mirada al Oeste sigue creciendo y trabajando en Santo Tomé

La ONG Una Mirada al Oeste sigue creciendo y trabajando en Santo Tomé

Una Mirada al Oeste es una Asociación Civil que tiene sede en Santo Tomé pero que nació en el barrio Villa del Parque de la capital provincial. Carlos Salomón es su principal referente, pero está compuesta por un grupo de personas con la misma vocación de servicio. La institución fue creada en 2009. Y desde 2015 brinda cursos de capacitación a todas aquellas personas que desean tener una salida laboral o sumar puntos a su curriculum vitae.

“Desde 2015 hasta antes de la pandemia habrán pasado más de mil personas por acá con la finalidad de capacitarse en algo que les gustaba o interesaba. Hemos brindado cursos de informática, peluquería, pastelería, repostería, RCP… Antes no teníamos sede, y por eso utilizábamos otros lugares para desarrollar los cursos”, cuenta Salomón. Y agrega: “Contamos con este espacio desde hace unos meses así que estamos muy ansiosos por poder realizar nuevos cursos aquí”.

En medio de la pandemia

Los cursos de capacitación que ofrece Una Mirada al Oeste son de manera presencial. Por ello, desde que comenzó la pandemia por Covid-19, los miembros de la asociación civil decidieron tender una mano a los más necesitados pero no en lo referido a un curso de capacitación sino asistiéndolos con una cuellera o una mantita para abrigarlos del frío. “Tuvimos que reinventarnos y ver qué podíamos hacer por los demás. Estar de brazos cruzados no es una opción para nosotros. Así que se nos ocurrió comprar retazos de polar en locales mayoristas de telas y hacer cuelleras y mantas para que el frío no golpee tanto a los más necesitados”, dice Carlos, el presidente de Una Mirada al Oeste. “Es nuestro granito de arena en el marco de todo esto que está pasando”, agrega luego.

Surgida la idea, los hombres y mujeres empezaron a cortar las telas y a coser los cuellos de polar sin importar quién hacía qué cosa sino con el único objetivo de abrigar cuellos y cuerpitos lo más antes posible porque el frío ya se siente hasta los huesos. “Y de repente me encontré cortando la tela para que después otra compañera cosa los cuellos. La verdad es algo fuera de lo común, porque nosotros brindamos cursos de capacitación, pero bueno es lo que podemos hacer en el marco de la pandemia y lo continuaremos. Los retazos que compramos al mayorista sale de nuestro bolsillo, pero lo hacemos con muchísimo amor y eso es lo que importa”, dice Salomón.

Consultado sobre qué necesita la ONG para poder tenerle una mano a la gente que se está viendo muy damnificada en la pandemia, refirió que están viendo de repartir bolsones con alimentos. “Hace un tiempo tuvimos la posibilidad de repartir 100 raciones de alimentos que nos dio la UNL. Allí notamos que hay una gran necesidad de alimentos, y nos gustaría poder ayudar con eso”, finalizó.

Cómo nace

Carlos Salomón vivió su infancia en el barrio Villa del Parque de la ciudad de Santa Fe, donde años más tarde fundaría la asociación Una Mirada al Oeste. Con respecto al surgimiento de ésta, con mucha emoción y lágrimas en los ojos recordó que fue gracias a una nena llama Victoria. “Victoria era una nena no vidente del barrio. Gracias a un torneo interbarrial de fútbol que organizamos entre Villa del Parque y Barranquitas pudimos comprarle una máquina braille. Y gracias a ella pudimos ver que se puede hacer algo por el otro. Así nació Una Mirada al Oeste”.

Fuente: El Litoral

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