La agrupación Glorioso 89 cargó duro contra las gestiones que lleva adelante la Comisión Directiva que encabeza Luis Spahn en Unión.

El comunicado

El Presidente Spahn no deja de sorprender. Lamentablemente sus sorpresas nunca son buenas. Provocador profesional de momentos de angustia y desánimo para los socios y simpatizantes del Club, ésta semana se despachó con sus ya acostumbrados conceptos monocordes y depresivos, haciéndonos caer, en un par de frases, la ilusión de tener predio propio para formar nuestros jugadores, poniendo en duda la terminación de la única obra importante de su gestión de 12 años ya –la tribuna en el estadio de la gente-, y disponiendo como siempre, un techo a las expectativas sobre las obras de infraestructura necesarias para el Club.

Pero esta vez fue más allá. Como en aquel medio día del año 2019 en donde se despachó con que el Club le debía la suma de más de 5 millones y medio de dólares (y que provocó la indignación masiva del mundo Tatengue), ahora nos anotició que hace más de un año que se está cobrando una deuda que todos los unionistas, incluso los más oficialistas, discuten y sobre la cual no hay nada claro.

Pero por supuesto, y como es propio de su obrar, no dijo cuándo cobró, ni cuánto, ni a cuenta de qué, ni qué dejó de pagar en el Club para pagarse a sí mismo o a su familia, porque si algo caracteriza a este personaje es la oscuridad con la que se mueve en la economía del Club y el poco apego a las normas vigentes, y mucho menos al diálogo con la gente que no “disfruta” de ser parte de su entorno.

Demás está decir que esta agrupación, como las demás que no forman parte del oficialismo ni son cercanas a él, hemos pedido reiterada y formalmente que no se hagan retiros de dinero para pagar deudas que están siendo relevadas por una comisión auditora que eligieron los socios del mismo club y que está formalmente integrada por representantes de todos los ámbitos del mismo. También parece redundante a estas alturas decir que dicha deuda está cuestionada por los órganos administrativos y hasta judiciales que tienen injerencia en los asuntos de la Institución. Todo parece en vano ante la vocación interminable e insaciable del Presidente de obtener su propio rédito antes de privilegiar los intereses del Unión que todos queremos y necesitamos.

Todos los caminos indican que solo el diálogo y la concertación entre todos los sectores del Club nos pueden llevar a salir de ésta nefasta conducción que nos lleva al estancamiento futbolero e institucional, postergando indefinidamente obras cruciales que hoy necesita nuestra Institución. Todos estamos dispuestos a hacerlo, menos una persona, que lamentablemente es la que dirige, a placer propio, los destinos de nuestra patria chica, que es nuestro Unión de Santa Fe.

Amparado por una comisión obsecuente y ciega a lo que el unionista reclama. Siempre hay esperanzas en que las cosas cambien desde el diálogo y el consenso. Pero tenemos que estar preparados porque todos sabemos que tirar tanto de la cuerda hará que tarde o temprano se corte.

Fuente: Glorioso 89