En el año 2018 fue aprobada una ordenanza donde se crea la comisión de seguimiento de residuos sólidos urbanos y de la planta de efluentes cloacales. La iniciativa, por aquel entonces, fue del exconcejal Miguel Weiss Akcerley y su bloque; y el acompañamiento de Rosana Zamora, Roberto Schmidhalter y Rodrigo Alvizo se tradujo la idea de seguir de cerca estas dos problemáticas de la ciudad.
En este sentido, el pasado 15 de julio, por el mismo motivo, la edil Mity Reutemann ingresó una nota -por mesa de entrada- dirigida a la presidente del cuerpo, Gabriela Solano, solicitando la convocatoria de dicha comisión. En virtud de la problemática en ambos destacamentos municipales es que se determinó que el Jueves 29, a las 8,30 de la mañana se reúna la anunciada comisión.

UN POCO DE HISTORIA:
Desde finales del pasado año 2018, un grupo de vecinos que tiene sus residencias en inmediaciones de la planta de tratamiento de líquidos y residuos cloacales que posee Santo Tomé hicieron público y notorio su reclamo por el estado de situación de la misma, una problemática que afecta su vida cotidiana y el estado general de todo el barrio.
Según lo denunciado por los habitantes del lugar, son habituales los olores nauseabundos que desde allí emanan, como así también el ruido permanente de las bombas trabajando y la contaminación ambiental en todos los sentidos posibles. Este reclamo fue escuchado por los concejales santotomesinos, quienes se hicieron eco de la situación y elevaron una serie de pedidos e informes al ejecutivo municipal para saber las condiciones en las que se encuentra la planta. Hasta el momento, ninguna de estas problemáticas denunciadas ha encontrado un camino de solución, cuestión que incrementa el nivel de preocupación tanto en los vecinos como en los legisladores locales.
Por aquel entonces, Mity Reutemann, brindó detalles acerca de la situación que se presentaba en la planta. En primer medida, la edil indicó que “este año desde el Concejo nosotros hemos pedido varios informes sobre la planta de tratamiento de líquidos cloacales los cuales, hasta el momento, no han sido respondidos. Esos pedidos surgieron a raíz de reiteradas denuncias que recibimos respecto del funcionamiento de la planta, más allá de los olores nauseabundos que eran moneda corriente y que en determinadas épocas del año tomaban más fuerza. A partir del reclamo constante por parte de los vecinos nosotros nos apersonamos con la intención de visitar y de recorrer la planta pero nunca recibimos la autorización para poder hacerlo, algo parecido a lo que nos sucedió con la planta de residuos domiciliarios. En aquella ocasión la diferencia fue que nos organizamos con los otros concejales y tomamos la iniciativa y fuimos directamente”.
Del mismo modo, y en alusión al estado de situación que hoy presenta el lugar, Reutemann explicó: “Por lo que pudimos averiguar; la planta de tratamiento de líquidos cloacales no está funcionando como debiera. Es más, algunos datos nos dicen que está funcionando en niveles bajísimos y que los residuos no están recibiendo el tratamiento indicado sino que son arrojados al río. Desde el área de Medio Ambiente de la Provincia se sabe que la planta está trabajando en estas condiciones y que el vertido de estas aguas que son residuales van al río y lo contaminan con todo tipo de compuestos. El Ejecutivo ya fue notificado por el ENRES luego de ser verificada la situación de la planta e incluso se estableció un plazo como para que se expida y brinde los informes necesarios acerca de las obras que se están realizando allí. La realidad es que tampoco obtuvimos respuesta en esa situación”.

MÁS DE 3 AÑOS DE PREOCUPACIÓN
En otro tramo de la charla, la concejal por Cambiemos fue consultada respecto y comentó que “de las cuatro bombas solo una funciona. Además, se robaron todo el tejido del predio y varias columnas, las luminarias en su mayoría no funcionan por lo que se agrava aún más la situación. Por otra parte, faltan los insumos de trabajo para los empleados municipales (ya sea ropa o botines de seguridad), no llegan la ropa y redujeron a la mitad la entrega. Los percoladores con las piedras pómez no funcionan” aclaró Reutemann.
“Todo esto empezó a hacer ruido en el mes de diciembre del 2018, que es el momento en el que los vecinos comenzaron a manifestar su preocupación al ver que pasaban permanentemente camiones atmosféricos no solo de los barrios de Santo Tomé sino también de la ciudad de Santa Fe. Eso produjo un deterioro muy grande de toda el área porque el paso permanente del transporte pesado destruyó el lugar y provocó el fastidio y la denuncia de los vecinos. Actualmente esa situación no se está repitiendo porque los camiones desagotan directamente en la planta que está sobre la Ruta 168. En los pedidos de informes lo que nosotros pedimos es saber qué está pasando y las razones por las que la planta no está trabajando en la forma que debiera”.
Más adelante, y hacindo hincapié en la falta de soluciones que hoy sufren los vecinos de la zona, la legisladora santotomesina manifestó: “La realidad es que la planta de tratamiento no se está usando como debiera, los vecinos se quejan permanentemente por los olores que se hacen insoportables además del ruido permanente por el trabajo de las bombas que me dijeron desde el municipio. Si bien no es un sonido ensordecedor, es constante y molesto”.
Antes de terminar, Reutemann insistió en el clima que se vive en el barrio, particularmente en la preocupación que manifiestan los vecinos por la situación que se plantea: “No pueden vender esas propiedades a un valor real de mercado no solo por la cuestión del ruido y del olor sino también por la vista que se tiene en la zona. Con este panorama nosotros consideramos que la cuestión del olor se puede solucionar porque esa una cuestión pura y exclusivamente de mantenimiento. Es necesario cambiar, renovar o limpiar el sistema o bien la combinación de las 3 cosas a la vez. Hoy por lo que sabemos se están en tratativas pero la realidad es que eso no alcanza porque el deterioro es constante y demanda una solución lo más urgente posible”.