No son horas tranquilas para los vecinos de barrio Adelina. Mucho más para quienes residen sobre calle Tomás Lubary, en el límite que divide Santo Tomé con Sauce Viejo.  Es que en las últimas 48 horas tres hechos delictivos alteraron la tranquilidad de esa zona, un tanto alejada del casco céntrico de la vecina ciudad.  * La secuencia se inició en la tarde del lunes en la zona de 13 de Diciembre y Tomás Lubary. Allí un hombre al que se identificó como David Gudiño (36) se vio envuelto en un episodio armado del que resultó con varias heridas (perdigonadas) en sus piernas.  Tras este altercado una ambulancia llegó al lugar pero el mencionado se negó a ser asistido. En dicha circunstancia personal policial entrevistó al herido pero éste se negó a hacer la denuncia, como también a brindar mayores datos sobre lo ocurrido.

Un tiro en la cabeza

* Unas horas después, ya durante la noche, Gudiño fue encontrado agonizando en Tomas Lubary al 3400 luego de recibir un balazo en la cabeza, en un incidente cuyos pormenores están siendo analizados por la policía. El nombrado yacía en medio de la calle y tenía su rostro bañado en sangre. Los primeros agentes que llegaron al lugar dejaron constancia sobre el hallazgo de una pistola calibre 9 mm; arma que estaba a la altura de la axila de la víctima. Con la urgencia del caso el afectado fue trasladado al hospital Cullen donde permaneció hasta pasada la medianoche, cuando se produjo su fallecimiento. Unos 50 proyectiles calibre 9 mm fueron secuestrados de entre las ropas del infortunado, según dejó trascender una fuente calificada.  A todo esto los agentes de Homicidios de la Policía De Investigaciones (P.D.I.) realizaron sus labores en la escena del suceso. En este sentido se entrevistaron con algunos vecinos, los que señalaron que momentos antes del hallazgo del cuerpo, en la zona de Tomás Lubary 3400 se habían escuchado varias detonaciones de arma de fuego. Incluso agregaron que algunos proyectiles habían impactado contra el frente de unas viviendas.

Cambiaron el candado

* Y cuando los ecos de este asesinato aun no se habían acallado, anoche un nuevo suceso al margen de la ley obligó a la policía a intervenir nuevamente. Eran cerca de las 20 cuando un joven llegó visiblemente preocupado hasta la subcomisaría 13a. para formular una denuncia. Consultado sobre el motivo de su estado el muchacho relató que momentos antes había salido de su vivienda ubicada en Tomás Lubary al 2800, pero al regresar advirtió que el candado que había colocado en la puerta de ingreso, había sido cambiado. Dicho esto los actuantes salieron hacia el lugar junto a la víctima, con la misión de observar la escena para elaborar un informe.

Pero fue entonces cuando se produjo una sorpresa. Una mujer, de 39 años, apareció en escena y dijo que ella había cambiado el candado. Pese a ser consultada, la involucrada se negó a explicar el motivo del cambio de candado. Así las cosas los uniformados le ordenaron que abriera la puerta para que el joven pudiera acceder a su casa. Y en esta parte sobrevino la segunda sorpresa. Porque tras hacer una recorrida el dueño de la vivienda indicó que, si bien sus pertenencias estaban en orden, desde un cajón le faltaba una gruesa suma de dinero. Ante tal situación los actuantes trasladaron a ambos hasta la sede policial. Una vez allí se comunicó lo ocurrido a la fiscal en turno, Dra. Parodi, quien dispuso que a la mujer se le inicie causa por robo.

Fuente: El Litoral.com