Colón cayó 1-0 con Tigre como visitante y se quedó sin invicto en la Copa de la Liga. El Sabalero fue superado en el primer tiempo y vuelve a Santa Fe con las manos vacías por un gol de Alexis Castro en la media hora de juego.

Los primeros diez minutos del partido tuvo a Tigre como protagonista exclusivo del juego. El local se imponía en todos los sectores gracias al despliegue físico y el intercambio de posiciones de sus mediocampistas externos. El Matador jugaba en campo de Colón que no paraba de correr y no podía recuperar la pelota.

Los de Diego Martínez desbordaban a la defensa del Sabalero por los costados, con un Alexis Castro muy activo y preciso, además de tener a Mateo Retegui moviéndose constantemente para desmarcarse y generar espacios para sus compañeros que llegaban de frente. No tuvo que pasar mucho tiempo para que Leonardo Burián se vea obligado a intervenir o para que su arco estuviera amenazado. Desde temprano en el juego, Julio César Falcioni daba indicaciones incansablemente desde la línea de cal.

Ni Federico Lértora ni Rodrigo Aliendro lograban contener los avances de Tigre en el medio, por lo que los locales atacaban directamente a la línea de fondo y le hacían pasar sobresaltos. Tal fue el ritmo que impusieron los de Martínez que Burián acusó molestias físicas para frenar el avance del Matador. Colón necesitaba aire, pero sobre todo claridad mental para contrarrestar al rival.

El partido que Falcioni había planteado en la previa estaba siendo muy distinto al que estaba saliendo. Tigre era incontenible y era cuestión de tiempo para que rompa el cero en el marcador. Finalmente, en la media hora de juego, tras varias aproximaciones, el Matador llegaría al 1-0 gracias a la “Ley del Ex”.

Con una buena salida por derecha, Lucas Blondel envió un centro certero al área de Colón, luego de que dos de sus compañeros no pudieran conectar la pelota le quedó a Alexis Castro que abrió el pie derecho para clavar la pelota contra un palo del arco del Cachorro. “Pucho” no hacía otra cosa que reafirmar todo lo bueno que estaba haciendo Tigre sobre el césped y lo poco que hacía el Sabalero.

En los instantes posteriores al gol de Castro Colón tuvo la intención de jugar más adelantado, pero sin ingenio, sin chispa para desequilibrar al fondo del equipo local. Sus avances eran inertes, tímidos y en cada contra volvía a sufrir la velocidad del rival.

El complemento

Para contener el avance incesante de Tigre, Julio Falcioni decidió modificar algunos nombres. Puso en cancha a Eric Meza y Paolo Goltz por Jonathan Sandolval y Brian Farioli para conformar una línea defensiva más poblada y tener mejor salida por las bandas. Con estos cambios, sumado a que el Matador bajó las revoluciones, el Sabalero comenzó a tener sus mejores minutos. Sin preocupar demasiado a los de Diego Martínez, el equipo de Santa Fe sembraba la duda en cuanto al resultado.

No daba garantías de que iba a marcar, pero Colón al menos iba al frente con actitud y producía llegadas al área para mantener en vilo al espectador neutral del partido. Con el ingreso de Ramón Ábila el Sabalero ganó peso ofensivo, pero aún le faltaba dar la estocada final para llegar a la igualdad. Tigre, como en casi todo el segundo tiempo, no cambiaba de ritmo y permitía que los de Falcioni jueguen en su mitad del campo.

Si bien lo intentó, la de este lunes fue una noche en la que a Colón no le salía nada. Jugadores como Luis Miguel Rodríguez o Rodrigo Aliendro no estaban siendo desequilibrantes, sus intervenciones eran estériles y el equipo sentía la falta de jerarquía en la definición de las jugadas. Fastidiosos, agotados por el despliegue hecho intentando rescatar un punto y no conseguirlo, Colón cayó por primera vez en el campeonato dejando una mala imagen en Victoria. El equipo de Falcioni fue superado táctica y físicamente en el primer tiempo. Para cuando quiso reaccionar no le salió nada y acumuló impotencia que trajo confusión en los momentos en que los jugadores necesitaban tener la cabeza despejada.

El siguiente compromiso del Sabalero en esta Copa de la Liga será el próximo domingo ante Lanús, un rival al que le cuesta vencer desde hace tiempo, pero el equipo deberá crecer y asumir los errores cometidos este lunes para crecer y cambiar la imagen que dieron en la cancha de Tigre.

Fuente: Aire de Santa Fe