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por
la redacción
En una discutida audiencia que comenzó pasado el mediodía y se extendió hasta después de las dos de la tarde, los defensores no lograron quebrar la tesis fiscal sobre el crimen de Machado y los imputados seguirán detenidos.
“Fueron Maicol y Bebo”
Para justificar la imputación que pesa sobre Luis B. y Michael S. la fiscal de homicidios Ana Laura Gioria repasó la evidencia con la que cuenta en la causa. Según expresó Gioria, los dos jóvenes fueron sindicados desde un primer momento como autores del ataque, ocurrido la tarde del lunes 8 de julio, cerca de las 19:30 en la puerta de la casa de Machado. Por lo menos cuatro testigos ubican al “Bebo” o “Gordito ATR” y a “Maicol” a bordo de una motocicleta, armados y a alta velocidad. Algunos agregan que cuando se cruzaron con Machado le gritaron “gato” y comenzaron a perseguirlo.
Según el testimonio de la viuda de Machado, cuando éste llegó a su casa le manifestó que “Bebo” y “Maicol” lo venían persiguiendo, pero que igual iba a salir a hacer los mandados. Según la mujer, instantes después que Machado volvió a salir a la calle escuchó los disparos y alcanzó a ver a los jóvenes huir a bordo de una motocicleta. Además, se encargó de aportar a la fiscalía la constancia de una denuncia radicada el pasado 22 de junio donde expresa que los dos jóvenes habían amenazado de muerte a su marido.
Venganzas y rencores
Sobre los posibles motivos del ataque, se hicieron alusión a varias cuestiones. Por un lado, una venganza por el homicidio de un joven que sería hermano de Bebo. Por este hecho se encuentra detenido un cuñado de Machado. Por otro lado, está la versión brindada por el propio imputado Michael S. en la audiencia imputativa y ratificada esta mañana por su madre. Según esta versión, Michael se juntaba con Machado hasta que decidió “cambiar de vida, porque se empastillaban y salían a robar”.
El joven entonces habría comenzado a frecuentar a otras personas que tenían problemas con Machado, por lo cual empezó a ser acusado de “traidor” y “pasadato”. La última discusión habría sido hace algunos días atrás, cuando llegaron a trenzarse a golpes. El imputado también se refirió a esa pelea en la audiencia previa, si bien manifestó que “quedó todo ahí”.
“Lo balearon a quemarropas”
La defensora de Michael S., Andrea Alberto del SPDP, intentó excluir a su pupilo del lugar de hecho. Para ello convocó a dos testigos con la intención de darle entidad a la coartada esgrimida por el imputado en la audiencia previa. Se presentaron ante la jueza dos personas que habían estado esa tarde con el joven, quien realiza trabajos de albañilería en una vivienda de la zona. Pero los dos testigos coincidieron que Michael se retiró del lugar a las 19:15 aproximadamente.
Uno de ellos agregó que “al día siguiente lo esperábamos para que siga trabajando y no vino. Después nos enteramos qué había pasado”, en relación al homicidio de Machado. También declaró la madre del joven, quien dijo que cuando escuchó que habían baleado a Machado salió a buscar a su hijo porque sabía que tenía inconvenientes con él, y lo encontró en la casa de un conocido, cerca de las 19:40.
La defensora pública cuestionó los testimonios aportados por la fiscalía, por entenderlos contradictorios con el informe preliminar de autopsia. Según este informe, Machado fue ejecutado a corta distancia, mientras que los testigos expresan que los balazos fueron efectuados desde unos 30 mts. aproximadamente. “Lo cierto es que nadie vio quien le disparó a Machado” sentenció Alberto.
“El barrio es un caos”
La defensora se refirió también a la situación que se vive en el barrio Adelina, donde hay disputas, rivalidades y tiroteos casi permanentemente. “El barrio es un caos, y esto es un llamado a la seguridad. Hablan de bandas y disparos, y la policía tiene que garantizar la seguridad para todos” expresó Alberto. A su turno, el defensor del coimputado Luis B., el dr. Martin Risso Patrón, adhirió a lo expresado por Alberto sobre la presunta contradicción de la distancia del disparo que terminó con la vida de Machado. Risso Patrón remarcó también los antecedentes con los que contaba la víctima y los problemas que tenía con varias personas en el barrio.
Garantizar la paz en Adelina
Al momento de resolver, la jueza Sandra Valenti entendió que lo expresado por los defensores no era suficiente para debilitar la acusación que pesa sobre los imputados. “Los testigos son coincidentes, y en relación a la distancia del disparo deberán aguardarse los resultados de las pericias técnicas. En tanto el informe preliminar es justamente eso”, entendió la magistrada. Pero fundamentalmente hizo hincapié en los riesgos procesales en caso de otorgarles la libertad: “son dos personas muy jóvenes que fácilmente podrían evadirse e reiniciar su vida en otro lado” expresó Valenti.
A continuación detalló lo que entiende como el “principal riesgo procesal”: “como dijo la defensora, el barrio es un verdadero caos, son grupos que están en ataque permanente y aquí han llegado al extremo de atentar contra la vida de una persona”. En este sentido entendió que es necesario garantizar la libre voluntad de los testigos al momento de tener que presentarse en un posible juicio oral y público, e impuso la prisión preventiva para ambos.
Fuente: Aire de Santa Fe

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