Julián Palacín Fernández, abogado, nació en la ciudad de Santa Fe el 31 de marzo de 1951, pero es de nacionalidad peruana. Gran parte de su vida residió, formó una familia, trabajó y cumplió con sus actividades profesionales en Perú. Palacín Fernández es, ante todo, un experto en aeronáutica. Días atrás estuvo de visita en la capital provincial, donde brindó la conferencia “Conectividad aérea del aeropuerto de Sauce Viejo con los mercados y el turismo del mundo”, que tuvo lugar en la sede de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Allí, Palacín Fernández habló —entre otras cosas— del sistema aéreo de low cost (o bajo costo), así como de los cambios que se necesitaría implementar en el aeródromo sauceño (ahora Aeropuerto Metropolitano). El especialista, que estuvo acompañado por Sergio Palacín (piloto comercial), es el autor del libro “Línea aérea de bandera de bajo costo” (publicado en 2011), donde desarrolló por primera vez la teoría del low cost para América Latina. Este trabajo fue presentado en la UNL, casa de estudios en la que Palacín Fernández cursó sus estudios de Derecho.

El low cost, dijo el experto, “ha revolucionado el ámbito de la aviación a nivel mundial”, porque logró que “la explotación de las líneas aéreas se organicen con otro modelo económico, en el que reducen los costos y le quitan pasaje al transporte terrestre, porque con una tarifa apropiada, más personas pueden subirse a un avión”. Después de dar los ejemplos de la irlandesa Ryanair (1985) y la británica Easyjet (1991), Palacín Fernández recordó que hay más de 500 líneas aéreas de bajo costo operando en todo el mundo. Esto último “ha originado que las mismas líneas aéreas de bandera, como Luftansa, de Alemania, tengan que formar su propia low cost”. “Los que no hagan este sistema de bajo costo van a desaparecer del mundo aerocomercial”, sentenció.

Cuando se le preguntó al experto si Sauce Viejo actualmente forma parte de esta estrategia o modelo, aclaró que “no”, pero a continuación destacó: “Yo mismo realicé los estudios hace cinco años y brindé una conferencia en la UNL que es la que retomé ahora, en donde sostengo que Santa Fe tiene derecho a tener un hub internacional de pasajeros y carga low cost en Sauce Viejo”. Un hub es un centro de conexión, un aeropuerto que una aerolínea usa como punto de transferencia para cubrir sus destinos.

Nueva pista, más resistente

“En los distintos foros internacionales he sostenido y defendido la federalización de la política aérea argentina, para que las provincias se interconecten con los mercados directamente, sin depender de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y hasta de Rosario en el caso de la ciudad de Santa Fe y su zona de influencia”, agregó el especialista. Añadió que cada provincia tiene que escribir su propio destino, en términos aerocomerciales. Al Aeropuerto Metropoiltano de Sauce Viejo, agregó, primero habría que posicionarlo como Hub Regional y luego como Hub Internacional. “Para ello hice ese estudio, que he denominado la nueva geopolítica aerocomercial de Santa Fe, que consiste básicamente en interconectarse directamente con los mercados del mundo”.

El 8% del Producto Bruto Interno que Santa Fe ofrece a la economía argentina, recordó el especialista en aeronáutica, “sale por Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza, no por Sauce Viejo”. “Tenemos que empezar a sacarlo por Santa Fe y para eso debemos contar con infraestructura, porque si nosotros ahorramos los costos del transporte terrestre y los que cobra el aeropuerto de Ezeiza (que son altísimos), y pasamos a cobrar sólo el 10% de lo que cobran ellos, las exportaciones de Santa Fe van a ser competitivas en los mercados internacionales, porque de eso se trata, de eliminar costos”, subrayó Palacín Fernández.

“Para ello necesitamos un plan estratégico”, acotó. Primero hay que tener el diagnóstico del aeródromo de Santa Fe, porque “Sauce Viejo no está preparado para recibir a las cargueras más grandes del mundo, ni siquiera con las últimas remodelaciones”. “Necesitamos ampliar la pista de 2.325 metros a 3.200 y mejorar su resistencia para recibir aviones de hasta 120 toneladas de carga, que son los más baratos del mundo”, enfatizó. “Santa Fe, en primer término, tiene que ampliar el aeropuerto y la resistencia de la pista para recibir las aeronaves cargueras más grandes del mundo que son las más baratas, los Boeing 747-400”.

En segundo término, “tiene que gestionarse con el gobierno nacional que todos los convenios bilaterales y actas de entendimiento que haya firmado la Argentina con los países del mundo y con los que vaya a firmar a futuro, se incluya el Aeropuerto Internacional Low Cost de Santa Fe (como pasaría a llamarse), con punto de entrada y salida en Argentina”. Así se lograría internacionalizar este aeropuerto dentro del sistema low cost a nivel mundial. Ustedes no tienen que ir a Buenos Aires, a Rosario o Córdoba, dijo, “ellos tienen que venir a Santa Fe”, algo que podría ser factible, por ejemplo, si se empieza a cobrar menores tarifas impositivas que Ezeiza.

“No es un tema político”

Julián Palacín Fernández recordó que “el gobierno de la provincia Santa Fe emitió en 2016 un decreto que recoge sus ideas”, y que “el cambio político no afectaría para nada lo actuado”. “No tendría que afectarlo, porque esto es de interés público. No es un tema político, es académico y de todos los santafesinos, que tienen que entender que Santa Fe puede dejar de ser el patio trasero de Buenos Aires y empezar a escribir su propio destino en los mercados internacionales, conectándose vía aérea con los centros receptores o emisores de turismo receptivo y comercio exterior”, acotó. El aeropuerto low cost estaría para eso, para enfrentar una competencia que es cada vez más grande y para facilitar el desarrollo turístico de toda la región.

Fuente: El Litoral.