En el arranque de esta semana, y por intermedio de un comunicado oficial que fue entregado a los medios de comunicación de la ciudad, el concejal por el Partido Justicialista Roberto Schmidhalter expresó públicamente su opinión respecto a la polémica rescisión del contrato con la empresa Cotreco, encargada de operar la planta de tratamiento de residuos.

El siguiente es el escrito firmado por el legislador santotomesino:

De acuerdo a lo manifestado por la Sra. Intendenta en el recinto el martes próximo pasado y la de dos Concejales de la oposición en una conferencia de prensa del día jueves , ante la situación de supuesto incumplimiento de contrato de la empresa COTRECO a cargo de la Planta de Relleno Sanitario de nuestra ciudad; y luego de tomar conocimiento de las declaraciones públicas de la titular del Ejecutivo Municipal; hace horas; en donde manifiesta su decisión de rescindir el contrato con la Empresa concesionaria de la operación y mantenimiento del Centro de Selección , Separación y Disposición Final de Residuos Sólidos Urbanos de la ciudad, me veo en la necesidad de dejar sentada mi posición al respecto:

• Esta contratación fue aprobada previamente a mi condición como Concejal de la ciudad;
• hubo responsables institucionales para que esta vinculación sea legitimada;
• a partir de la puesta en marcha del programa de relleno sanitario, la municipalidad debía controlar el cumplimiento de dicho contrato;
• los contribuyentes, a partir de ello abonamos una “sobretasa” en función de ese nuevo sistema de disposición final de los RSU;
• desde que asumí la función como Concejal, me interesé en el funcionamiento de la planta y en la seguridad de sus empleados;
• realicé visitas no guiadas y una guiada, para dar testimonio de cómo se trataban los residuos, su selección y disposición final en los famosos “caramelos” que debían almacenarse en piletas preparadas técnicamente a sus efectos;
• interactué con empleados y funcionarios de la planta durante mis visitas;
• presenté un proyecto para que el Municipio explique los términos contractuales del personal y, sobre todo, qué tipo de seguridad personal y jurídica avalaban las funciones de cada empleado;
• interpreté que los funcionarios municipales ejercían ciertos canales de control, habida cuenta de sus insistentes llamados (a veces reproches) por mi ejercicio de la función como Concejal, es decir controlar y cuestionar;
• entendí, a lo largo de estos tres años que la municipalidad exhibía como un logro la puesta en marcha de este sistema, puesto que acompañaron desde un principio el proyecto presentado por Iniciativa Privada, para brindar un servicio público a título oneroso; de acuerdo a lo normado;
• que siempre bregué para que los RSU urbanos sean tratados en un Relleno Sanitario que reuniera las condiciones técnicas experimentadas y  aprobadas a nivel mundial:
• que soy un ferviente defensor de la cuestión ambiental para mejorar la calidad de vida de todos;
• soy un activo defensor del empleado municipal y de la estructura del Estado para llevar a cabo los servicios públicos, de hecho así se lo manifesté en oportunidad de la última visita de la intendenta al Concejo.
• No comparto en absoluto esta manera de exponer este tema tan delicado para la ciudad, ya que la responsabilidad institucional debiera prevalecer por encima de cualquier visión personalista con fines electorales.
• El problema suscitado nos trasciende a todos por igual,  independientemente de las responsabilidades legales y jurídicas que les cupiere a funcionarios y empresarios.
• Como siempre, voy a estar ligado a las necesidades de la ciudadanía, despojado absolutamente del oportunismo electoralista;
• Mi condición de hombre público con responsabilidad institucional me llama a contemplar con una  visión objetiva semejante problemática y ver de qué manera puedo aportar una solución integradora y consensuada ante  una situación tan compleja que nos debe preocupar seriamente  al conjunto de la ciudadanía y de su futuro.
• Esa es mi función como Concejal elegido por el pueblo para que los represente institucionalmente  en defensa del bien común y de una mejor  calidad de vida sustentable en el tiempo.
• Y por mis principios no me permito hacer “leña del árbol caído”.