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San Agustín: alertan sobre llamados extorsivos

San Agustín: alertan sobre llamados extorsivos

En el comienzo de esta nueva semana, las autoridades de la Comuna de San Agustín junto a responsables del Ministerio de Seguridad de la Provincia informaron a la comunidad respecto de una serie de episodios delictivos que se vienen reiterando en la localidad en el transcurso de los últimos días. Según informaron desde el estado comunal, se han recibido múltiples denuncias de vecinos que dicen haber recibido llamados extorsivos en los que desconocidos piden dinero a cambio de liberar a un supuesto familiar secuestrado. Vale la pena destacar que uno de estos episodios derivó en la concresión de un robo a una familia de San Agustín.

Ante la sucesión de hechos con similares características, desde la Comisaría del pueblo solicitan a los vecinos que estén atentos a esta clase de llamados, y que en caso de recibir uno se comuniquen inmediatamente con las autoridades policiales antes de tomar cualquier determinación o hacer entrega del dinero solicitado. En todos los casos, se debe realizar la denuncia en forma inmediata en forma personal o bien comunicándose telefónicamente al número 4907023. Asimismo, se aconseja intentar tomar contacto de forma inmediata con el familiar en cuestión, a fin de ganar en tranquilidad y evitar la desesperación que estos malvivientes pretenden generar.

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Suena el teléfono en medio de la noche. Al atender, se escuchan llantos y una voz asegura que se trata del lamento de un familiar o amigo, secuestrado y bajo su poder. Para liberarlo, exige el pago de un rescate en efectivo o la entrega de objetos de valor. Aunque todo es una mentira y no hay nadie privado de su libertad, la víctima cae en el ardid y accede a pagar. Así, los delincuentes se hacen del botín mediante un secuestro virtual, es decir, sin haber retenido nunca a nadie contra su voluntad.

Aunque en todos los casos se caracterizan por el engaño, las llamadas extorsivas pueden tener distintas características a las que conviene estar atentos para evitar convertirse en víctima. Los destinatarios del llamado, según detalló Iezzi, son elegidos por el prefijo telefónico, lo que les permite determinar una zona. Un truco común al que recurren los delincuentes es hacerse pasar por un médico o policía que llama para avisar que un ser querido se ha accidentado. Otra modalidad es la de poner al teléfono a una persona llorando, que simula ser el secuestrado que pide ayuda. Para ello, siempre hay un miembro de la banda que se especializa en estas actuaciones.

A partir de cierta información básica, como nombre y apellido, el delincuente comienza a hacer preguntas para recabar más información personal que es utilizada para el mismo engaño. “Lo primero es no dar datos ni nombres cuando se atiende el teléfono. Quienes llaman son muy hábiles, logran sacar el nombre del nieto, del hijo, y a partir del primer dato que llaman, construyen la historia”, apuntó Iezzi. Cuando la víctima cae en la mentira y responde a las preguntas, aparecen las amenazas y extorsiones con exigencia de entrega de dinero, objetos de valor o joyas a cambio de la liberación del supuesto secuestrado. Por eso, se recomienda intentar corroborar por otra vía que el familiar, que supuestamente está secuestrado, está bien.

En una modalidad más reciente, que no incluye la amenaza de un secuestro pero sí un engaño de similares características, los delincuentes llaman a personas mayores y los convencen de que se comunican desde el banco porque los billetes de cien dólares van a dejar de circular y que deben retirar de circulación los que la víctima (quien atiende el teléfono) tiene en su poder para cambiárselos por la supuesta nueva edición.

Recomendaciones

Al atender el llamado, no brindar ninguna información personal –ni de familiares– sobre actividades que se realicen o de los bienes que se posean.

En cambio, solicitar a quien llama datos de la persona que alegan que tienen secuestrada: su descripción física, vestimenta, características distintivas, etc.

Si se hacen pasar por médicos, bomberos o policías, es importante pedir que se identifiquen, con sus datos personales, cargo y lugar donde trabaja.

Advertir a los niños en el caso de que estos acostumbren a atender el teléfono, para que no den esa información a desconocidos.

Más allá de cualquier amenaza que se pueda recibir por teléfono, cortar inmediatamente la comunicación, tratando en lo posible, de anotar el número de teléfono desde el cual lo han llamado.

Tratar de ubicar a sus familiares por otra vía. Si no puede hacerlo, comuníquese con otras personas que puedan a su vez ayudarlo a contactarse.

Fuente: Infobae.

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