La Policía de Santa Fe rescató una víbora Yarará en una finca en calle Algarrobo al 2.200 de Sauce Viejo. Se encontraba sobre un cantero en el patio de la casa. El ofidio fue trasladado hasta su hábitat natural, en zona de islas de Santo Tome.
Recomendaciones del municipio
En general las víboras evitan los encuentros con las personas y solo atacan cuando se sienten amenazadas o sorprendidas. Aunque la mayoría son inofensivas y no son potencialmente mortales es importante saber cómo prevenir y cómo proceder ante un caso de mordedura.
Medidas de prevención ⤵️
👉🏽 Evitar introducir manos debajo de piedras, en pozos, alcantarillas, pilas de troncos, cuevas, etc.
👉🏽 No sentarte en el suelo, tronco o roca sin mirar alrededor
👉🏽 Inspeccionar con un palo el camino antes de entrar en un área donde no se puedan ver bien los pies: las víboras tratarán de evitarlo si se les advierte lo suficiente
👉🏽 En zonas de riesgo usar pantalones largos y botas de cuero o goma gruesa
👉🏽 Si accidentalmente se queda situado muy cerca de una víbora, no realizar
movimientos bruscos. Retroceder muy lentamente sin hacer vibrar el suelo y alejarse de ella
👉🏽 Mantener las aberturas bloqueadas (puertas cerradas, no dejar espacios entre el borde inferior de las puertas y el piso, sellar orificios en las paredes, proteger tragantes y desagües, etc.)
¿Qué hacer ante una mordedura? ⤵️
Dirigirse al efector de salud mas cercano. El tiempo máximo ideal para la aplicación de antivenenos es de 6 horas. La persona deberá ser trasladada al Hospital de Niños (menores de 15 años) o al Hospital Cullen de Santa Fe (adultos). Estos son los únicos lugares donde se cuenta con suero antiofídico.
Mientras tanto será de utilidad:
🚫 NO realizar torniquetes
🚫 NO intentar succionar el veneno con la boca
🚫 NO cauterizar la herida ni cortarla con un cuchillo
🚫 NO suministrarle a la persona nada por vía oral
➡️ Por último es muy importante evitar que la persona se esfuerce demasiado, camine o corra. La actividad física sumado a la ansiedad producida por la situación genera un aumento de la frecuencia cardíaca y con ello, mayor flujo del veneno, acelerando los efectos.
