Desde el viernes el gobierno de la provincia de Santa Fe restringió la circulación nocturna desde las 21 hasta las 6 en vehículos particulares. La idea es que el transporte público sea utilizado principalmente por lo trabajadores esenciales, los únicos autorizados para circular en ese rango horario. Pero las clases presenciales se mantienen y hay estudiantes y docentes de escuelas nocturnas que deben regresar a sus hogares luego del horario límite. Desde el jueves pasado, el Ministerio de Educación analiza las medidas a tomar y prepara una resolución, pero no hubo comunicación oficial. Mientras tanto, las instituciones debieron reducir el horario de clases y permitir a los estudiantes que se retiren a las 20.30. Los más perjudicados siguen siendo los alumnos.

Desde la cartera informaron a Aire Digital que aún preparan las nuevas medidas, pero que todavía no fueron informadas a las escuelas oficialmente. Hasta el momento y durante los días que pasaron, se les permitió que los estudiantes cursen de manera presencial y se retiren a las 20.30. El problema es que se redujo significativamente la carga horaria de los institutos o escuelas nocturnas que en muchos casos comienzan la jornada escolar a las 19. Mientras se adaptan a jornadas más acotadas, las instituciones educativas esperan alguna comunicación oficial. Uno de los caminos a tomar es reducir definitivamente el horario de egreso de los estudiantes. También se analiza la posibilidad de habilitar un permiso de circulación especial.

Cursado presencial bimodal

Según estableció el gobierno provincial en el nuevo decreto con el detalle de las restricciones, las clases presenciales continúan en todos los niveles, con modalidad de “burbujas” y los protocolos aplicados hasta el momento. Según informaron, el transporte público de pasajeros debía sufrir un cambio para permitir que el horario de comercio pueda retrasarse en su apertura para no coincidir con los horarios escolares, y evitar la superposición de personas.

Hasta el momento, las escuelas de la provincia trabajan la presencialidad alternada. Se formaron burbujas con grupos de entre 10 y 15 estudiantes que asisten de manera alternada a las escuelas: una semana van a clases presenciales y la otra realizan actividades desde la casa. Según explicó la ministra de Educación, Adriana Cantero, en varias ocasiones, las escuelas “son lugares cuidados” y no se generan allí los contagios. Sin embargo, hay aglomeraciones en las puertas de los establecimientos educativos en el ingreso y egreso de los estudiantes, algo que preocupa a las autoridades sanitarias.

Fuente: Aire de Santa Fe