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Puente Colgante: La caída del coloso

Un 28 de setiembre de 1983 a las 16.20 hs. de una lluviosa y fría tarde cae al lecho de la Laguna Setúbal el Puente Colgante.
El Puente Ingeniero Marcial Candioti, más conocido como Puente Colgante de Santa Fe, es un puente colgante localizado en la ciudad de Santa Fe, provincia de Santa Fe, Argentina, que salva la laguna Setúbal, conectando así la Costanera Oeste con la Este, que bordean ambas márgenes de dicha laguna. Más allá de su función vial, constituye un ícono de la ciudad de Santa Fe y un símbolo para todos sus habitantes. Cuenta con una larga historia que incluye un derrumbe casi total, en 1983, y su posterior restauración luego de veinte años.
Concebido originalmente para trasladar agua proveniente desde Colastiné, el puente colgante actualmente sirve como atractivo turístico, y para comunicar la ciudad con la Universidad Nacional del Litoral y el barrio El Pozo, entre otros lugares. Como referente y monumento santafesino, es un punto de encuentro fundamental para festejos, reuniones sociales y festivas. Ha inspirado a poetas, artistas, fotógrafos y documentales.
El puente colgante fue el único paso vehicular hacia el este hasta la construcción del Viaducto Oroño, comenzado en 1968 y concluido en 1971. Ambos puentes se encuentran apenas separados entre sí.

La tragedia
Luego de estar 55 años en pie, el 28 de septiembre de 1983 uno de sus pilares fue derrumbado, producto de una fuerte inundación que había durado varios meses, con un caudal total estimado de 50 000 m3/s. Fue una sorpresa para todos, y diversas fotos y vídeos de los vecinos y periodistas de entonces muestran una lenta caída.
La antena este colapsó a las 16:35 hs., manteniendo en pie solo la mitad de la estructura.
El diario santafesino El Litoral publicó ese día, retrasando la salida por tal acontecimiento, “Un adiós que quiere ser hasta luego”. Un hasta luego que significó casi 20 años. Parte del puente quedó hundido en la laguna Setúbal y se recuperó en 1984.

La vergüenza
La gestión del entonces gobernador José María Vernet quedó asociada con la imagen del puente caído. Primero, por las intervenciones del hombre en el valle de inundación, causada por la ocupación del terreno del río por edificaciones, y la mala gestión de dragados. Segundo, por el escándalo que produjo la comprobación de irregularidades en la venta de partes del puente colgante. El material rescatado se llevó al puerto de la ciudad, donde quedó en custodia del gobierno provincial.
Meses después, ese material fue vendido como chatarra. Funcionarios de dudosa aptitud no supieron visionar que toda esa estructura caída hubiera podido pasar a ser uno de los patrimonios históricos y turísticos más importantes de la provincia de Santa Fe.

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