La masa de agua que se generó a partir de las intensas lluvias que inundaron el noroeste santafesino, progresivamente va a bajar hacia la ciudad de Santa Fe a través de la cuenca del río Salado, que pasa al sur de la ciudad de Tostado y que también recibe un aporte importante de los ríos y arroyos que salen de los Bajos Submeridionales. Para analizar los probables escenarios de crecida y prever su impacto en el área metropolitana de Santa Fe, el intendente José Corral este lunes encabezó la reunión del Comité de Gestión de Riesgos de la ciudad. En diálogo con los medios, Corral advirtió que proyectan que el Salado va a estar alto durante las próximas semanas y que ese escenario se puede sostener durante algunos meses porque se pronostica un ciclo más lluvioso, en parte por la influencia del fenómeno de El Niño.
“Estamos previendo para las próxima semanas valores altos del río Salado y también una altura de crecida normal en el río Paraná. Esto seguramente va a afectar a algunas familias que viven fuera del anillo de defensa; por ejemplo en el barrio La Tablada, en el caso del Salado”, adelantó. El intendente recordó que el municipio viene preparando nuevas viviendas para esta familias que en la actualidad viven en el valle de inundación del río, junto a las ruinas del ex frigorífico municipal. “Las vamos a relocalizar en un terreno seguro y con todos los servicios”, aseguró el intendente. Todavía no hay una proyección que pueda estimar con precisión la altura que el Salado va alcanzar en las próximas semanas en la ciudad. El Ministerio de Infraestructura de la provincia cuenta con una red de estaciones de monitoreo que miden el río en punto estratégicos de la cuenca, como Tostado, Calchaquí, San Justo y Recreo, entre otros.
La semana pasada, Juan Carlos Bertoni, secretario de Recursos Hídricos de la provincia, aseguró que con el nivel actual de lluvias la onda de crecida llegará a la ciudad de Santa Fe amortiguada en sus caudales máximos —porque todavía hay cierto margen en los Bajos Submeridionales— pero reconoció que “habrá que extremar la atención ante la posibilidad de eventos extremos en la cuenca inmediata, que puedan generar un pico significativo”. En Santa Fe, el municipio espera una crecida de magnitud acotada que quizás no afecte a todas las familias de La Tablada. “Ya tenemos las viviendas preparadas para esas familias y no esperamos valores de preocupación, pero recomendamos a la población estar atenta a la información que vamos dando”, insistió Corral. El mayor riesgo es que la cuenca se va a cargando en un escenario en el que son más frecuentes las lluvias. Si se vuelven a desarrollar eventos importantes, en los bajos, ríos y arroyos habrá un menor margen para amortiguar los excesos hídricos.
Fuente: El Litoral.
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