Un video de 55 segundos posteado en las redes sociales de los organizadores de un cumpleaños en plena pandemia, comenzó a circular entre amigos y contactos, en el marco de una campaña de prevención y concientización impulsada desde el Ministerio Público de la Acusación que investiga el hecho. “Todos podemos equivocarnos, tomemos conciencia”, escribió T.B. a modo de pedido de disculpas públicas. Y aunque sólo él fue imputado por infringir los decretos que prohíben la realización de eventos, otros dos supuestos organizadores “se comprometieron en producir un video que tiene por objeto generar una campaña de concientización para difundir en sus propias redes sociales”, indicó una fuente del caso. Casi un mes después del festejo del cumpleaños de 40 del principal involucrado, la justicia analiza las medidas tendientes a alcanzar un acuerdo que extinga la acción penal, mediante la aplicación del “criterio de oportunidad”, como ya ha sucedido en otros casos.

Medio millón

La realización del video y el compromiso de sus hacedores en difundirlo por redes sociales no es la única condición para finiquitar el proceso, sino que además, el imputado aceptó realizar una donación de medio millón de pesos al hospital Dr. José María Cullen, para la compra de insumos en este contexto pandémico. La reunión ilegal, considerada vulgarmente como “clandestina”, ocurrió a plena luz del día, entre la una y las seis de la tarde del sábado 24 de abril, en el bar que funciona en el barrio privado Aires del Llano, ubicado a la altura del km 5,5 de la autopista Santa Fe-Rosario, en jurisdicción de Santo Tomé. Aunque no fue interrumpida, la fiesta trascendió apenas finalizada, cuando se hizo viral un video en que aparecían personalidades del ámbito empresarial local e incluso un funcionario provincial, cuya renuncia resultó una consecuencia directa de la propagación de las imágenes.

Organizadores

Formalmente, T.B. fue imputado por el fiscal Estanislao Giavedoni, el 6 de mayo, en una audiencia realizada por Zoom, por el delito comprendido en el artículo 205 del Código Penal, que reprime con prisión de seis meses a dos años, “al que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.  Puntualmente, se le endilgó haber violado el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 235/21 nacional; y el decreto provincial 386/21, en cuanto a la obligación de impedir la propagación de una epidemia, la obligación del uso de tapabocas, el mantenimiento de distancia mínima de dos metros y, englobando todo ello, la prohibición de realizar eventos sociales en espacios privados, específicamente en zonas de alto riesgo epidemiológico.

En cuanto a los otros dos nombres apuntados, H.P. y L.C. fueron identificados y se le leyeron sus derechos, aunque todavía no fueron imputados formalmente. Fuentes del caso indicaron que si bien del cumpleaños participaron alrededor de 30 personas, sólo se identificó a quines aparecen con responsabilidad aparente en la organización del evento.

“¡Felicitaciones Doctora!”

Otra fiesta privada, esta vez en el club de campo El Paso, terminó con sanción para los organizadores: el dueño de casa y su hija, que paradójicamente se acababa de recibir de médica.  La celebración fue en una casa particular, la noche del jueves 22 de abril, y en esta oportunidad, debió ser suspendida con la llegada de la policía. Tres semanas después, el caso quedó cerrado por la “aplicación del criterio de oportunidad”, una herramienta legal que prevé el Código Penal para dirimir conflictos que pueden terminar por otra vía que no sea la de una condena.

En este caso, el dueño de casa ofreció una donación de $ 200.000 que fue destinada a la Cooperativa del Hospital Cullen para la compra de insumos para la atención de enfermos de Covid-19; y su hija, quien acababa de graduarse como médica ofreció sus servicios como colaboradora en el Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia en el área de terapia intensiva donde se derivan los pacientes con Covid 19, lo cual contó con la conformidad de las autoridades del nosocomio.

Fuente: El Litoral