El arquero de Colón, Marcos Díaz, habló rompió el silencio quedar al margen del plantel profesional y apuntó directamente al cuerpo técnico. Prefirió hacerlo en un medio de Buenos Aires como TyC Sports –más allá de los intentos que hizo LT10 para contactarlo– y se refirió a la situación que vivió antes del duelo ante Almirante Brown, aclarando que jamás se negó a jugar y que su ausencia fue una decisión técnica.
“Hoy estoy apartado del plantel, pero sigo siendo jugador de Colón. No soy parte por capricho o un pase de factura del técnico (Martín Minella). Pasó todo el partido ante Chaco, donde había que viajar, y mi situación no se manejó de la mejor manera. Se me hacía responsable de la derrota anterior ante Mitre. Después de lo que pasó, estaba mal anímicamente y siendo hincha, fue duro”, expuso inicialmente. “Tuve un mal movimiento en un entrenamiento y se me inflamó el nervio ciático. Tenía con dolor. Pero nunca dije «no quiero estar» ni nada por el estilo. El cuerpo técnico me preguntó cómo estaba y les dije que tenía dolor, pero en ningún momento pedí quedar afuera. Fue decisión del cuerpo técnico”, aseguró.
El golero, de 39 años, también explicó que decidió hablar con la dirigencia ante el malestar que venía acumulando. “Que se me siga haciendo responsable de las derrotas no me gustó, ni tampoco cómo se manejó el técnico en ese momento. Hablé con la dirigencia contándoles mi situación, que no me sentía bien. Lo había hablado también con mis compañeros y entendieron. Se tomó la decisión de que no viaje”.
El arquero, que llegó a principios, reconoció el golpe anímico que le generó el contexto y el clima que rodeó por sus actuaciones, donde en varios casos fue responsable, sin admitrlo y ser del todo autocrítico. Ni hablar ante Mitre, con los incidentes posteriores: “Lo que se vivió en ese partido me pegó duro a mí y a mi familia. Porque somos hinchas y uno entiende el enojo de la gente, siempre se va a entender. Pero como hincha y como jugador defendiendo esta camiseta, vivir esa situación me golpeó bastante”.
Por último, Díaz subrayó su compromiso con el grupo y su sorpresa por quedar relegado en un momento tan delicado para el equipo: “Es duro porque nunca me tocó pasar una situación así. Pero soy un profesional del grupo, nunca haría nada que vaya en contra de la idea del equipo. Estuve dos semanas entrenando sabiendo que no iba a jugar y nunca dije nada. Me sorprendió esta decisión, porque siento que no era el momento, por lo que se está jugando el equipo. No era necesario seguir metiendo leña al fuego. Se creó un malestar innecesario cuando no lo había”.
Fuente: LT10
