En el marco del Plan de Gestión Ambiental propuesto por la Municipalidad de Santo Tomé, desde junio hasta fines de noviembre, fueron recolectados más de 1.000 kilos de papel en distintas áreas municipales. La iniciativa surgió de la Secretaría Municipal de Salud, Medio Ambiente y Acción Social, en forma conjunta con la Dirección de Participación Ciudadana, con el objetivo de incorporar a los trabajadores públicos en prácticas que colaboren con el cuidado del medio ambiente. Paralelamente, se colabora con los recolectores urbanos, ya que todo lo que se juntó fue destinado a ellos, que son quienes realizan la logística, acopio y entrega de papel y cartón para los procesos de reciclado.

Las distintas reparticiones y dependencias municipales que se sumaron a esta nueva instancia, con la tarea de separar los papeles en desuso, fueron la Secretaría de Salud, Intendencia, Oficina de Patente, Comunicación Pública, Producción y Participación Ciudadana, así como la Biblioteca Mariano Moreno. En todas ellas se dispusieron cestos, bajo la leyenda “Arrojar sólo papel (hojas) para reciclar”, acompañados de un banner ilustrativo en el que se refleja el lema de la campaña, que apela a la concientización y la preservación de la ecología: “Procuremos siempre que nuestros actos dejen una huella verde en nuestro camino”.

Empezar por casa

Según Luis Martínez, director municipal de Participación Ciudadana y Desarrollo Territorial, el papel recolectado “fortalece la organización colectiva de los recolectores de la zona norte de la ciudad, con los cuales venimos trabajando en el marco de los procesos de economía social dentro del Plan Abre”. Esta iniciativa se suma, entre otras actividades, a los canjes ecológicos en los vecinos de diversos barrios, mediante los cuales ya se han recolectado más de 600 kilos de papel y cartón, además de 2.400 envases de vidrio.

Por su parte, María Marta Durelli, responsable local de Gestión Ambiental y Control Alimentario, aclaró que esta propuesta surgió en su momento “con el objetivo de concientizar acerca del uso y consumo responsable y sustentable de los recursos dentro de la institución municipal, es decir, empezando por casa”. Con estas acciones, agregó Durelli, “queda demostrado que algunos de los elementos que desechamos logran transformarse en recursos aprovechables que pueden adquirir valor agregado, en este caso puntual para los acopiadores”.

Fuente: El Litoral.