El hacinamiento, los motines y las fugas se repiten en la Comisaría 12 de Santo Tomé, un espacio habilitado para 16 personas en la que habitan 30. Se trata de una comisaría pequeña que está desbordada, incluído el propio personal policial, lo que genera conflictos con los vecinos. “Ahora hay aproximadamente 30 detenidos, pero es para 16 personas, que es lo que está preestablecido en el sistema de calabozos. El propio personal se tienen que hacer cargo de los detenidos dejando de lado el trabajo en la calle, que es lo que más hace falta”, comentó el concejal de Juntos por el Cambio, Miguel Weis Ackerley.

“Desde el Concejo y el Municipio nos estamos plantando fuerte para que la provincia se haga cargo. Tienen que derivar estos detenidos a donde corresponda, sea la cárcel, las alcaidías que van a inagurar ahora”. La comisaría está en pleno barrio residencial de la ciudad de Santo Tomé. Pegado al lugar, funciona el Correo Argentino y el circuito del juzgado N° 28, mientras que alrededor son viviendas particulares.

“Los vecinos tienen que padecer gritos, llantos, que se pasan cosas por las ventanas, los amenazan… Esto no tendría que pasar, tiene que ver con el asinamiento, y que genera motines, incedios, fugas. Se han encontrado en reiteradas oportunidades con detenidos en los techos de las casas, en los patios”, remarcó. “Hay falta de planificación en cuanto a la construcción de cárceles, hay un sistema judicial que es lento, pero acá también hablamos de cuestiones de derechos humanos, por la situación de los propios detenidos”, dijo por último.

Fuente: Sin Mordaza