Durante el fin del 2020, barrio Las Vegas de Santo Tomé ganó relevancia provincial ante los graves incidentes que se habían desarrollado allí, que incluyeron muertes, quemas de vehículos y domicilios como así también ataques a balazos entre bandas. Por esto, el Samco situado allí cerró por seis días pidiendo por mayor seguridad. Casi un mes después de lo ocurrido, los trabajadores manifiestan conformidad con la protección. Javier de Landrisino, en diálogo con Telefe Santa Fe, señaló que “gracias a los oficiales, y nuestros compañeros que siguen de pie, pudimos empezar un año con mucho trabajo, era lo que se esperaba. Nosotros estamos trabajando tranquilos, podemos decir que estamos trabajando bien”.

Acerca de cómo son las custodias, detalló: “entramos a las 7 con patrullero que nos custodian desde el 13 de diciembre, nos quedamos con un oficial, y a las 13 nos vuelven a buscar. Contamos con la colaboración de ellos”. Sin embargo, enfatizó en las complejas situaciones en las que se encuentra el centro de salud. “A muchos se les dificulta ir hasta el Samco. La mayoría de la gente mayor no tiene recursos. Si bien estamos limitados por infraestructura, tendríamos que tener nuestro propio centro de salud. Aquí estamos limitados: tenemos solo un consultorio tanto de enfermería como de doctores”.

Finalmente, contó cómo han cambiado sus prácticas habituales a partir de los hechos de inseguridad. “Tenemos vecinos que vienen a desahogarse comentando lo que nos puede llegar a ocurrir, que no circulemos solos. No podemos hacer las visitas con la frecuencia que se hacían por todo lo que se vive. La seguridad la pedimos también para las inmediaciones, para que haya seguridad en el barrio también. Los vecinos quedan en el medio, igual que nosotros, sin comerla ni beberla. Estamos en la misma encrucijada”.

Fuente: Telefe Santa Fe