Sin posibilidad de usar los inflables, con aforos imposibles y horarios restrictivos, los trabajadores de salones de eventos y peloteros se están ahogando. Los subsidios que reciben para paliar la crisis están atrasados por problemas burocráticos, aunque confirmados. ¿Qué pasará con las recepciones, los cumpleaños, los casamientos, las fiestas de fin de año? En diálogo con el programa La Mañana de UNO (de 7 a 9 por FM 106.3 La Radio de UNO) Cintia Chavarini, propietaria de un pelotero de Santo Tomé, contó que se suspendió la movilización programada para este mediodía por la convocatoria a una reunión con gobierno a las 15.

“Estamos en estado de alerta, porque estamos muy cansados. Ya necesitamos volver a trabajar”, dijo la empresaria. “Esta noche nos reuniremos y se sabrá qué vamos a hacer mañana. Realmente con trabajar al 100% y que nos acompañen un poquito más en la temporada baja que es diciembre y enero, después ya está”. Esta reunión virtual constará de representantes del Ministerio de Trabajo, de Salud y la Secretaría de Comercio, con dos referentes del rubro de Rafaela, Rosario y Santa Fe. “Necesitamos que no nos suelten la mano en la mitad del trayecto, porque sí nos dieron la mano, nos ayudaron, pero nos soltaron a mitad de camino. No nos tendrían que haber soltado la mano”, explicó Cintia.

El argumento de los trabajadores de salones de fiesta y peloteros es que ya la mayoría de los sectores experimentaron aperturas casi totales. “Nosotros estuvimos un año y siete meses cerrados y recién en octubre nos habilitaron con una capacidad del 30% en los salones y ahora tenemos el 50%, que sigue siendo poca gente”. La mujer explicó que su ventaja es que es dueña del salón, pero muchos colegas tuvieron que bajar las persianas y vender todo lo que tenían. Ella misma tuvo que subsistir vendiendo pastas, empanadas “y lo que fuera” al principio de la pandemia, hasta que consiguió un trabajo de media jornada en una empresa de Santa Fe.

“Ahora no estoy a pleno trabajando; algunos peloteros que tienen patio a lo mejor sí están trabajando un poquito mejor que los que no tenemos patio, pero ahora recién se está activando porque en octubre nos habilitaron bien”, contó Cintia. “Yo hoy me estoy manteniendo un poco con la ayuda de mi familia, el medio día que trabajo y alguna que otra fiesta que sale; y con lo que nos daban del subsidio pagábamos impuestos y todo, porque eso sí siempre al día, nunca dejamos de pagar nada de los salones”. Y reflexionó: “Cuando nos dieron los primeros subsidios lo que yo hice fue devolver la seña devolver los cumpleaños pagos, porque no se sabía cuándo se iba a volver a festejar, así que es un recomenzar. Después de 18 años vuelvo a empezar solo que con un poco de menos energías, con mucha tristeza, con desánimo, totalmente diferente que cuando empecé hace 18 años”.

Fuente: UNO Santa Fe