El jueves pasado cuando promediaba la tarde, oficiales y suboficiales de Gendarmería Nacional Argentina que patrullaban la ciudad de Santo Tomé, al llegar a calle Gaboto al 1700 donde está la plaza Manuel Belgrano, sorprendieron a un chico de 14 años, que al verlos, se desprendió de un recipiente plástico y lo arrojó a un costado. El oficial de Gendarmería revisó el recipiente y secuestró de su interior dosis fraccionadas de drogas. Luego, el narcotest realizado frente a testigos, constató que se trataba de marihuana.

Sorpresa y media

Los gendarmes observaron que el chico al detectar la presencia del patrullero, inmediatamente se incorporó del banco que estaba sentado en la plaza Manuel Belgrano, y tomó el recipiente plástico que estaba junto a él, e intentó sacarlo de la escena, cuando vio que los gendarmes caminaban hacia él. Pero, ya era demasiado tarde, y los uniformados se dieron cuenta que el chico estaba sumamente nervioso. Le preguntaron por su identidad, y se las dijo, y que tenía 14 años.

Inimputable

Por tratarse de un menor de 14 años, para la legislación penal argentina, es inimputable, es decir, la ley estima que por su edad no puede comprender la criminalidad del delito que realiza, y entonces, no es punible. Aunque, de todos modos, los gendarmes supieron inmediatamente que detrás de ese chico, había un narco que lo mandó a vender marihuana acondicionada en dosis para venta y consumo, valiéndose de su condición de adolescente y vulnerable.

Cadena de custodia

Informaron la novedad sobre la ocurrencia del procedimiento y sus características particulares a la Jefatura de la Agrupación XXI Santa Fe y de la Región II de Gendarmería Nacional Argentina, y éstos hicieron lo propio con la justicia federal en turno con sede en la ciudad de Santa Fe, que ordenan reintegrar al menor al seno familiar y el secuestro de los estupefacientes con cadena de custodia.

Fuente: UNO Santa Fe