El Club Atlético Colón perdió por 3-0 con Central Córdoba de Santiago del Estero y sigue sin levantar cabeza en la Liga Profesional de Fútbol.

Colón tuvo la pelota desde el inicio, la hizo circular, pero no con velocidad suficiente para generar espacios. Lo del Sabalero era una posesión estéril, con el Ferroviario defendiendo cerca de su arco, el Rojinegro no conseguía vulnerar el planteo defensivo del local y tampoco mostraba grandes virtudes para hacerlo. Los pelotazos desde el fondo para Ramón Ábila no tardaron en suceder.

Central Córdoba, agazapado por una oportunidad para contraatacar supo aprovechar su chance. Tras una pésima salida desde el fondo, el local recuperó en mitad de cancha, Claudio Riaño recibió por el centro y sacó un derechazo a metros del área que se metió con rebote en el travesaño incluido por el ángulo derecho del arco que defendía Ignacio Chicco. El local se ponía 1-0 y, más allá de que era la ventaja en el marcador, el golpe más duro era desde lo anímico para el Sabalero que se mostraba impotente en ataque.

El semblante en los rostros de los jugadores sabaleros no era el mejor luego del gol de Riaño. Al enojo acumulado en la previa al tanto del Ferroviario se le sumó la frustración postapertura del marcador. Se los notaba confundidos, más preocupados en discutir entre sí que en jugar y nada hacía prever que la imagen del equipo cambiaría. Mientras tanto, Central Córdoba se acomodaba defendiendo cerca de su área y no pasaba sobresaltos.

La única forma que los de Sergio Rondina podían llegar al área rival era con jugadas de pelota parada. Desde lo colectivo, el Sabalero no ofrecía su mejor versión, atacaba desordenado y no podía progresar en cancha. Los centros de córner y tiro libre tomaron notoriedad con estas falencias para generar juego.

Segundo tiempo

La descoordinación en defensa era absoluta. Otra mala salida en el fondo casi posibilita el segundo gol de Central Córdoba. Paolo Goltz lanzó un pelotazo a ningún lado, la recuperó el local, pusieron a correr a Martínez quien remató de zurda, tapó Chicco y en el rebote, con el arco totalmente desprotegido, Francisco González Metilli envió la pelota por encima del travesaño. Un milagro ocurrió para que Colón no pase a perder por dos goles este partido.

Para empeorar el panorama de los dirigidos por Rondina, una mano absurda de Rafael Delgado dentro del área provocó que el árbitro Leandro Rey Hilfer sancioni penal a favor de los santiagueños. Alejandro Martínez, con una gran definición, aumentó la ventaja, un 2-0 que casi liquidaba el pleito con media hora de juego por delante, pero el nivel de Colón no daba para más.

Cuatro minutos después, con el Rojinegro fuera de partido por completo, Hernán López aprovechó la floja resistencia en defensa para firmar el 3-0 con un zurdazo desde afuera del área. Colón era una sombra. Un equipo sin alma, que se para en la cancha a ver qué surge, pero sin condiciones para protagonizar el juego. Y así viene desde hace tiempo.

Fuente: Notife