Mediante una nota con fecha 6 de noviembre de 2018, dirigida a la intendenta de la ciudad, Daniela Qüesta, el Ente Regulador de Servicios Sanitarios, citando un expediente con trámite en el Ministerio de Infraestructura de la provincia, recordó y solicitó “a la Municipalidad de Santo Tomé implementar la restricción de la descarga de camiones atmosféricos en la Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales (PTLC) hasta la finalización de los trabajos acordados en el convenio”.

 

La imposibilidad de descargar en la PTLC de Santo Tomé lleva ya cuatro meses, y según comentaron a este medio, el miércoles pasado les confirmaron desde el municipio a quienes realizan el traslado de los efluentes cloacales generados por la ciudad que la misma no se volverá a habilitar. En diálogo con UNO en la Radio, Priscila Scarel, propietaria de uno de los camiones atmosféricos que presta servicio a diario en la vecina ciudad, relató la situación actual derivada del cierre de la planta de tratamiento de líquidos cloacales y la imposibilidad de descargar allí los tanques.

“La planta de tratamiento no está funcionando y todo está yendo derecho al río. Fui al Ministerio de Medio Ambiente, le comenté el tema y están todos sabiendo la situación en la que está. Está trabajando al 1%. O sea nada”, contó. De acuerdo a lo que afirmó Scarel, el 20 de diciembre, la Municipalidad dio aviso “de un día para el otro” a los prestadores del servicio que no se iba a poder descargar más. “Desde la Municipalidad nos dijeron que había llegado una notificación del Enress, que controlaron y verificaron que la planta no funcionaba y la clausuraron, dando un plazo de tiempo de seis meses para realizar los trabajos necesarios para poder rehabilitarla”, explicó y agregó: “Esta yendo todo derecho al río. Cualquiera que entre vea los piletones, los lugares de secado, hay yuyos, no está funcionando nada”. En la ciudad de Santo Tomé, aproximadamente el 48% de los hogares no dispone de cloacas. Estos domicilios tienen pozos negros y utilizan regularmente el servicio que prestan los camiones atmosféricos.

 

“Hoy no tienen una solución para nosotros. La alternativa es ir a descargar a Santa Fe, a la vera de la Ruta 168. Ahora estamos yendo para allá, pero no son nada que ver los costos”, aseveró la empresaria. Hasta antes de la restricción, la limpieza del pozo negro se estaba cobrando 700 pesos. Pero ese precio prácticamente se duplicó desde que existe la imposibilidad de descargar los camiones en Santo Tomé. No solo encarece el costo la distancia que tienen que recorrer los vehículos, sino también que en la planta de tratamiento de Santa Fe, los precios son más elevados y los propietarios del servicio de camiones no pueden absorber la diferencia. “Tenemos que cobrar el doble acá en Santo Tomé. Primero, la situación en la que estamos y segundo, no es que la gente tiene opción de no hacerlo si está caro. No podés tirar la cadena del baño”, detalló Scarel.