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5 años de prisión por quemar a su pareja con agua hirviendo en Santo Tomé

5 años de prisión por quemar a su pareja con agua hirviendo en Santo Tomé

Un hombre de 41 años identificado como Mauricio Sebastián Gómez pasará cinco años en prisión por haberle tirado una olla con agua hirviendo a su pareja. La audiencia de admisión de procedimiento abreviado se desarrolló ante el juez Pablo Busaniche quien valorará los extremos del acuerdo para dictar sentencia. Los fiscales Alejandra Del Río Ayala y Jorgelina Mosser Ferro y el abogado defensor de Gómez, Nicolás Mosconi, acordaron una pena de cinco años de prisión por los delitos de lesiones graves dolosas calificadas por el vínculo en el marco de violencia de género y desobediencia del mandato judicial reiterado en tres oportunidades.

Una olla de agua hirviendo

La agresión fue cometida el 20 de marzo de 2020 en la casa que la pareja compartía en el barrio Libertad de Santo Tomé junto a tres hijas de 17, 12 y 9 años de edad. La mujer se encontraba cocinando y había puesto una olla a hervir, mientras conversaba con su pareja. En un momento la conversación devino en discusión, y el hombre golpeó la olla para que cayera sobre la mujer. Lejos de asistirla, el hombre continuó tomando mates y ella fue trasladada al hospital Cullen por unos familiares, que escucharon los gritos de auxilio desde la casa vecina.

Cuando la mujer arribó al hospital fue entrevistada por el personal de guardia y brindó un primer relato de lo ocurrido en la cocina de su casa. Cuando fueron a buscar al agresor, el hombre ya se había retirado. Finalmente el hombre fue encontrado por el personal policial en horas de la madrugada y trasladado a la comisaría. En tanto, la víctima recibió las primeras curaciones en la guardia del hospital y le dieron el alta médica, por temor a contagio ante la pandemia de coronavirus. Debía volver al día siguiente para continuar con las curaciones en su piel quemada.

Por otro lado, el médico policial que la revisó calificó las heridas como “lesiones leves”, por lo que el imputado recuperó la libertad a las pocas horas, al no detectarse antecedentes en su contra. Pero al día siguiente, cuando volvió al hospital para continuar con las curaciones, la mujer fue atendida por otro profesional quien dispuso su internación dado al riesgo de infección por las heridas que presentaba. Desde entonces estuvo hospitalizada en la sala del quemado del Cullen, hasta su recuperación.

Cambio de fiscal, cambio de carátula y detención

En tanto, la causa pasó a la fiscal Del Río Ayala, y tras una nueva revisión de la mujer sus heridas fueron recalificadas como “lesiones graves”. Tras tomar declaraciones a personas allegadas a la pareja se pudo reconstruir el contexto de violencia que la mujer padeció durante 20 años. A raíz de esto, Del Río Ayala dispuso la detención de Gómez, que fue imputado en tribunales como autor del delito de lesiones graves dolosas calificadas por el vínculo y por ser cometidas en un contexto de violencia de género. La fiscal solicitó que el hombre permanezca en prisión preventiva, sin embargo, el juez Rodolfo Mingarini le otorgó la libertad.

A poco de iniciada la causa, la Fiscalía había presentado la acusación contra Gómez por el hecho investigado, en la que se anticipó un pedido de pena de seis años de prisión debido a la extrema violencia que durante hace años fue sometida la mujer víctima de los hechos. Por este motivo Del Río Ayala había solicitado que el imputado quede detenido a la espera del juicio, ya que en caso de que se avale la pretensión punitiva de la fiscalía en el juicio, el cumplimiento de la pena será de prisión efectiva. Sin embargo, Mingarini entendió que al imputado podría corresponderle la pena mínima de tres años, en cuyo caso será de ejecución condicional y esto minimiza el riesgo de fuga. Además, el hecho que la investigación ya esté finalizada y la Fiscalía haya presentado la acusación implica que no haya posibilidad de entorpecimiento probatorio. Esta resolución del juez Mingarini fue valorada por el tribunal de enjuiciamiento al momento de definir la suspensión del magistrado que enfrenta un jury por su desempeño.

Una historia de violencia

La víctima y Mauricio Gómez mantuvieron una relación de pareja hace por lo menos 20 años y tienen tres hijas de 19, 13 y 11 años de edad. Allegados a la mujer dieron cuenta Aire Digital que habían presenciado situaciones de agresión verbal del imputado hacia la víctima. Sólo una vez pudieron dar cuenta que las agresiones también eran físicas. Hace años la mujer se presentó con el rostro desfigurado por una patada que le habría pegado el imputado. Acompañada por su padre fue a la comisaría y radicó la denuncia. “No sabemos por qué quedó todo ahí”, expresó la familia de la mujer. La segunda denuncia contra el hombre fue un par de años antes de la agresión con la olla de agua hirviendo “fue ella sola. Pero tampoco pasó nada. En ese entonces no había tanta información sobre cómo actuar en estos casos”, se lamentó una de las hermanas. Tras este último episodio, y con la información que hoy se cuenta para proceder en situaciones de violencia de género, la familia de la víctima no le perdió pisada a la investigación, y gestionaron una medida de distancia y un botón de alerta, cuando el imputado fue liberado a las pocas horas de la agresión.

Fuente: Aire de Santa Fe

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