Al no contar con asistencia médica, la mujer debió trasladarse por sus propios medios hacia un sanatorio. Previo a esto intentó llevar la moto a la casa de un amigo que vivía cerca, encontrándose con la negativa del personal policial que le explicó que por procedimiento el vehículo debía quedar en la dependencia policial. Por la tarde, el esposo concurre con una camioneta para retirar la moto, le hacen firmar el retiro en conformidad para poder llevársela y la carga en la parte posterior de la camioneta para trasladarla a la casa de su madre.

Este martes, la dueña del vehículo fue hasta la casa de su suegra para llevar la moto al mecánico, levanta el asiento para corroborar que tenga combustible y se encontró con la sorpresa que le habían sustraído la batería. En diálogo con el móvil de AIRE, la víctima contó que “la policía me dijo que me la debían haber robado en el trabajo, pero le expliqué que era imposible porque cuando volvía del mismo toqué bocina y puse el guiño”.

En continuidad con el relato, la mujer sorprendida continuó narrando que desde la comisaría, ante su respuesta, le dijeron que se le podía haber caído en el accidente o que se la robaron en la casa de su suegra. “El asiento estaba intacto, por lo que la batería no pudo caerse en el accidente, yo les dejé la moto con las llaves, el candado, todo”, comentó. Para concluir la mujer cerró su relato contando que desde la comisaría le dijeron que “vaya a asuntos internos a hacer la denuncia”.Fuente: Aire de Santa Fe