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por
la redacción
“Hay áreas que pueden dar más y hay otras que necesitan refuerzos”, dijo hace algunas horas el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti al ser consultado por los futuros cambios en el Gabinete. Transcurridos los primeros dos años de gestión y pasada la instancia electoral, el rafaelino analiza detenidamente y desde hace tiempo las modificaciones de primeras y segundas líneas que le permitan recuperar oxígeno de cara al futuro. Resta conocer a partir de qué fecha se harán efectivos los cambios. Después de volver al Gobierno tras de doce años de gestión del Frente Progresista, el paso de la pandemia del covid-19 y los problemas que expone cualquier gestión habilitaron a Perotti a modificar nombres y áreas que considera sensibles.
En ese contexto, están aquellos que son “inamovibles” y tienen garantizada la continuidad y los “funcionarios que no funcionan”, como supo decir alguna vez Cristina Kirchner, respecto al gabinete del presidente Alberto Fernández. Entre los primeros se pueden ubicar al ministro de Economía, Walter Agosto; la ministra de Infraestructura, Silvina Frana; Educación, Adriana Cantero; Trabajo, Juan Pusineri; Producción, Daniel Costamagna; y Seguridad, Jorge Lagna, recientemente ratificado a partir de la salida del grupo de trabajo que llegó de la mano de Marcelo Sain.
Cambios
Una de las modificaciones que tendrá el Gobierno de Omar Perotti será en el Ministerio de Gobierno. Roberto Sukermann, vinculado al sector de Agustín Rossi, abandonará el cargo que asumió en enero y será reemplazado por Celia Arena, que actualmente está a cargo de Igualdad y Género. La relación personal del gobernador con el rosarino no es mala, pero políticamente se quebró a partir de las elecciones primarias. Si bien en algún momento surgieron otras posibilidades para sucederlo, desde hace algunas semanas tomó fuerza el nombre de Celia Arena, dirigente de confianza del rafaelino y con quien viene trabajando desde hace muchos años.
Quién será la mujer que reemplace a Arena en Género es una de las incertidumbres por estas horas. Se especuló con la posibilidad de que la ex senadora nacional por Santa Fe, María de los Ángeles Sacnun pueda cubrir la vacante; sin embargo, algunos señalaron que por la estrecha relación que tiene con Cristina Kirchner su estadía en Buenos Aires se podría prolongar. Otra de las opciones que se estudian es que alguien de la estructura del Ministerio que venga trabajando pueda darle continuidad a la gestión. La secretaria de Comunicación Social, a cargo de Miguel Ángel Altamirano, también sufrirá cambios. El “Mono” dejará su cargo y se trasladaría a la oficina de Gobierno para afianzar la mesa política. En su lugar desembarcará Carlos Bermúdez, ex legislador provincial y que hasta el momento cumple funciones en la Cámara Alta.
No cambian pero refuerzan
En Salud, Sonia Martorano cuenta con una valoración, interna y de buena parte de la sociedad, muy alta por el manejo de gestión frente a la pandemia. De igual modo, en el Gobierno entienden que es necesario reforzar políticamente el área para que los funcionarios continúen abocados 100% a la conducción sanitaria. Figuran allí algunos cargos importantes que podrían ser cubiertos en esta instancia y traer alivio en un momento en el que vuelve a crecer la preocupación por la llegada de nuevas variantes de Covid-19.
Otra de las áreas que Perotti pone especial atención es en Desarrollo Social. Las consecuencias económicas y sociales de la pandemia son considerables y si bien se ratificará la continuidad de Danilo Capitani al frente del Ministerio, la intención es “acomodar” internamente los distintos sectores que allí conviven y poder institucionalizar la política alimentaria que el Estado santafesino otorga en momentos delicados como el que atraviesa la provincia.
En Cultura, Jorge Llonch continuará al frente del Ministerio. Desde mitad de año, cuando el peronismo dirimió en las Paso las candidaturas para las elecciones, quedó en el ojo de la tormenta por quedar enfrentado al Gobierno del que es parte. De igual manera, en la Casa Gris siempre ponderaron que el ministro rosarino se mantuviera “prescindente” de la situación electoral y fue inteligente en sus movimientos. Más allá de esta percepción, en el Gobierno creen que la gestión se limitó a darle continuidad a lo que estaba y que llegó el momento de desplegar una verdadera política cultural con sello propio. Como sucede en otros ministerios, en Cultura también se reforzará el trabajo con segundas y terceras líneas.
Fuente: Aire de Santa Fe
