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Unión fue de menor a mayor y terminó festejando en Mendoza

Unión fue de menor a mayor y terminó festejando en Mendoza

Toda la ilusión previa al partido por lo que significaba este compromiso ante Godoy Cruz por la marca histórica de 208 partidos dirigidos que igualaría Leonardo Madelón en el Tate se cayó en los primeros minutos de juego. Cuando las piernas de los jugadores aún estaban tibias, Wilder Cartagena le daba la victoria parcial al local.

El volante peruano no dejó controlar la pelota a Sebastián Assis en una salida del Tatengue y, sin dudarlo, sacó un derechazo que hizo elevar la pelota para que baje de manera violenta y le imposibilite la atajada a Sebastián Moyano. Cuando el tiempo de juego no daba para hacer ningún análisis, el Tomba ya ganaba en Mendoza.

El tanto despabiló a Unión que respondió con algunos avances que no terminaron siendo productivos para desgracia de Madelón y los unionistas. Mientras Godoy Cruz, empujado por el gol prematuro iba al frente y le planteó un partido de golpe por golpe al Tatengue.

Unión tuvo serios problemas para generar peligro a Rodrigo Rey. El Tate podía pasar mitad de cancha, pero sus ataques se diluían en tres cuartos de cancha. Godoy Cruz colocó gente por las bandas para tapar los carriles que más usa el equipo de Madelón para atacar y le funcionó.

En el medio, Sebastián Assis, quien falló y facilitó el gol al local, no pudo hacer pie. El uruguayo, que además pareció quedar con una molestia física tras el robo de Cartagena previo al gol, estuvo errático para conectar con sus compañeros. A la hora de trabar para recuperar, el ex Cerro de su país fue donde más se destacó, pero el equipo necesitaba otra cosa, requería de otras habilidades para dominar el juego.

Quien más brilló en la primera parte a pesar de jugar condicionado por una tarjeta amarilla fue Federico Milo. El lateral por izquierda se mostró siempre como opción para avanzar metros en el campo y con mucha decisión para elegir la opción correcta. Además, por el mismo carril, Braian Álvarez también estuvo muy activo y fue productivo en cada una de sus intervenciones. Por la banda izquierda estaban las armas de Unión.

Por momentos, el partido fue ordinario. No invitaba a ser visto por el espectador, pero cuando parecía que el primer parcial terminaría en victoria para el Tomba, una mano de Tomás Cardona dentro del área valió para que Germán Delfino sancione la pena máxima y acercó al Tatengue al empate.

El encargado de ejecutar el penal fue Franco Troyansky, quien burló a Rey y definió para el lado inverso al que había elegido el arquero. Unión no jugaba bien, pero logró poner las cosas 1-1 y para el complemento podía ser un envión anímico importante el tanto del ex Olimpo de Bahía Blanca.

Segundo tiempo:

En los últimos 45 minutos de juego, ambos equipos intentaron poner la pelota en el piso y asociarse para llegar al área rival. Con ese estilo, Unión mejoró su producción con respecto a la primera parte y Godoy Cruz no se quedó atrás. No hubo un dominador claro del juego, ambos iban al frente, aunque con mucha imprecisión y el partido cayó en un pozo.

El Tomba no lograba acceder al área tatengue con pelota dominada, por lo que valiéndose de lo hecho por Cartagena, intentaron vencer a Moyano con reiterados remates desde fuera del área. Algunos no llevaron peligro, pero otros tuvieron que ser contenidos por el ‘1’ de Unión.

Para dar un revulsivo al partido y generar mayor peligro de cara al arco de Godoy Cruz, Leonardo Madelón hizo ingresar a Gabriel Carabajal a falta de 20 minutos para la finalización del juego. Pero el volante cordobés cometió una dura falta con la suela de su botín derecho y vio la tarjeta roja de manera directa.

A pesar de esta incidencia inesperada, Troyansky inclinó la balanza a favor de Unión con un zurdazo que puso el 2-1. El ex Olimpo remató desde afuera del área, devolvió gentilezas a Cartagena, sorprendió al arquero de Godoy Cruz y le daba los tres puntos al Tate que le quería regalar un triunfo al entrenador en un partido especial para su trayectoria como DT rojiblanco.

Para coronar la noche histórica para Madelón en Mendoza, Javier Cabrera se desmarcó para quedar mano a mano con el arquero y definió para poner el 3-1 definitivo. Los 208 del “Francés” llegaron con regalo, fueron positivos, como para hacer más feliz este ingreso (todavía más) en la historia grande del Tate.

Otra cosa positiva que se trae Unión de Mendoza es que pudo volver al triunfo luego de cuatro partidos. El Tatengue ya no podrá quedar en puestos de clasificación a la Copa Sudamericana, pero teniendo en cuenta la irregularidad de la que fue víctima en la primera mitad de la Superliga, las bajas en el mercado de pases y la construcción de un nuevo equipo, está culminando el torneo lo más entero posible, con muestras de la esencia futbolística que pregona el entrenador, y eso también es para destacar.

Fuente: Aire de Santa Fe

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