Unión derrotó 3-1 a Rosario Central, por el Torneo de la Liga Profesional, y sueña con clasificar a la Copa Sudamericana.
La cálida tarde santafesina se animó rápido y rompió las gargantas de los tatengues que a los 22 segundos de partido celebraron un gol de Mauro Luna Diale. En un tramo que suele ser de estudio, de identificar puntos débiles, el Rojiblanco atacó directo al arco de Jorge Fatura Broun y consiguió ponerse 1-0 gracias a un mal rechazo de la defensa que aprovechó el delantero surgido de Boca. El tanto fue una inyección de ánimo para los corazones de Unión que se motivaron para ampliar el marcador sin importar el calor o los pocos minutos de partido que se llevaban jugados. Los de Gustavo Munúa eran una tromba y le estaban haciendo pasar un mal momento a Rosario Central.
El ritmo intenso y agresivo de Unión se vio interrumpido únicamente a los diez minutos cuando, por orden del árbitro, se hizo un minuto de aplausos en honor a Diego Maradona. Esos segundos de respiro le aclararon la mente a los jugadores del Canalla. Luego del parate, el partido se niveló, pero Unión seguía siendo el equipo con más claridad a la hora de atacar. Los del Kily González podían avanzar con muchas dificultades, con posesiones prolongadas, pero el Tate podía llegar al área rival con sólo tres toques, lo que explicaba –en parte- el por qué el local estaba ganando. Con Imanol Machuca y Gastón González intratables sobre las bandas, Unión era una máquina de generar ocasiones de gol.
La velocidad y la gambeta fueron indispensables para romper la defensa del equipo rosarino y el 2-0 no tardó en llegar. Quien aumentó la ventaja para el Rojiblanco fue justamente Machuca, quien estaba siendo el mejor jugador sobre el campo. El juvenil de Unión era indescifrable para Rosario Central y desequilibraba en cada una de sus intervenciones. Hasta el momento, este primer tiempo del Tatengue era perfecto, aún mejor que el que disputó ante Racing porque esta tarde pudo convertir. Aunque no debía el foco en ningún momento. Rosario Central llegó al descuento a los pocos minutos del gol de Machuca a través de un cabezazo de Marco Ruben. El delantero canalla se arrojó de palomita para poder direccionar un centro que llegó desde la izquierda y puso el 1-2. El Tatengue era superior, pero tenía que aprender a cerrar los partidos.
Hasta el descanso, tal vez producto del calor, el ritmo de Unión fue un nivel más bajo que en los minutos anteriores, pero eso no fue impedimento para que genere otras chances de gol que no terminaron en el fondo de la red.
Segundo tiempo
De vuelta en el campo, Unión renovó energías y salió al complemento con el mismo libreto con el que empezó el partido. La idea de Munúa no era regalar protagonismo ni esperanzar a Rosario Central con revertir el encuentro. El travesaño le negó a Franco Calderón el que hubiese sido el tercer gol tatengue, pero era buena noticia que el Rojiblanco continuaba produciendo chances de gol. El desafío de Unión seguía siendo liquidar el encuentro mientras tuviera piernas para sostener el ritmo que impone Munúa. El calor no aflojó en toda la tarde y jugaba un papel importante en el desarrollo del partido. Rosario Central no grandes esfuerzos por llegar al arco de Sebastián Moyano, pero estaba a un gol de diferencia y podía llegar al empate hasta con un error tatengue.
Los últimos minutos de partido fueron trabados en todos los sectores del campo. El nerviosismo de Rosario Central por no querer perder y el de Unión por no querer permitir dejar escapar los tres puntos se notó en el juego de ambos equipos.
Los últimos minutos de partido fueron trabados en todos los sectores del campo. El nerviosismo de Rosario Central por no querer perder y el de Unión por no querer permitir dejar escapar los tres puntos se notó en el juego de ambos equipos.
Recién a falta de 15 minutos Rosario Central comenzó a meter presión para llegar al empate.
El esfuerzo hecho durante todo el partido le estaba pasando factura a los de Gustavo Munúa que empezaron a dejar correr los minutos, aprovechando que estaban en ventaja en el marcador. El nerviosismo de la recta final del partido provocó varios encontronazos de los jugadores en varios sectores del campo e, incluso, de los protagonistas dentro del campo con la hinchada rojiblanca. El clima de incertidumbre se rompería con el 3-1 de Unión, que llegó a través de Juan Manuel García tras una buena jugada colectiva tatengue.
El mejor cierre para una de las mejores actuaciones del Rojiblanco en el Torneo de la Liga Profesional, que en otras ocasiones pudo imponer sus condiciones sobre el rival, pero por distintos motivos no podía quedarse con los tres puntos. Hoy, fue una actuación sólida, casi sin cosas por reprochar y mucho para repetir en los próximos partidos. El arribo de Munúa le cambió la mentalidad a los jugadores que no especulan en ningún tramo de los partidos más allá de quién tengan enfrente
Fuente: Aire de Santa Fe
