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Una sombra narco rodea el crimen del joven asesinado y arrojado al río Coronda

 

A dos días de que el cadáver de Matías Casco haya sido encontrado en aguas del río Coronda, envuelto en una bolsa de nylon y con un disparo de arma de fuego en el cráneo, la hipótesis de que el crimen tiene sello narco es más que una certeza. Es que en medio de su búsqueda, la policía se topó con un procedimiento de más de 300 plantas de marihuana que se encontraban dentro del “campo” donde el joven trabajaba y en el cual no había ninguna persona presente el día del allanamiento.  Paralelamente, sobre Casco pesaba un llamado a indagatoria que debía efectivizarse esta semana en el Juzgado Federal N°1 tras quedar implicado en un procedimiento de drogas que tuvo lugar en la autopista en julio de este año y que fue realizado por Gendarmería Nacional.

La búsqueda del muchacho de 30 años tomó estado público el pasado lunes cuando los familiares alertaron que Casco estaba desaparecido desde el jueves de la semana pasado. En dicha entrevista indicaron que había sido visto por última vez a las 7.15 de ese día, cuando su patrón lo buscó por su domicilio para ir trabajar a un campo de Recreo. La denuncia de paradero fue radicada en la Subcomisaría 17 del barrio Loyola Sur y fue informada al fiscal de la Oficina de Salidas Tempranas, Marcelo Fontana, quien tomó intervención y solicitó que se lleve a cabo una requisa domiciliaria al establecimiento rural donde Casco trabajaba el sábado pasado. Ese procedimiento no se pudo concretar ya que cuando los uniformados de la dependencia policial se acercaron al lugar, junto con el fiscal, no pudieron ingresar ya que no contaban con una orden de allanamiento. Horas después, con una orden firmada por un juez penal, la policía pudo acceder a la propiedad y así sumar el primer condimento vinculado a posibles maniobras del narcotráfico o, por lo menos, de cultivo masivo de marihuana.

Más de 300 plantas

Cuando los agentes entraron al inmueble realizaron una requisa con el objetivo de encontrar a Casco o bien pertenencias e indicios de que el muchacho haya estado en el establecimiento, ubicado en el loteo denominado Benelli de la ciudad de Recreo. Sin embargo, la fuerza de prevención advirtió que en la propiedad había sido montado un invernadero (en L, cubierto con nylon en su techo y laterales) que tenía en su interior 243 plantas de marihuana. En otro espacio, los uniformados hallaron además 72 plantines dentro de macetas, como así también dos tubos de iluminación –tipo led– que posiblemente podrían haber sido utilizados para realizar el cultivo masivo.  El hallazgo generó que los efectivos de la dependencia policial deban convocar al personal de la Brigada Operativa Antinarcóticos, los cuales se dirigieron el lugar, contabilizaron la cantidad plantas y luego informaron al Juzgado y Fiscalía Federal N°2 los detalles del procedimiento.

Control delator

Al masivo hallazgo de las 315 plantas en el campo de Recreo se sumó además otro dato que vincula a Casco con posibles maniobras ligadas al tráfico de estupefacientes: sobre su persona pesaba un procedimiento por drogas por el cual debía rendirle cuentas a la Justicia federal. Todo comenzó durante un operativo de control de vehicular sobre la autopista Rosario- Santa Fe (sentido al sur) muy próximo a la zona del peaje de Sauce Viejo. Allí, el 23 de julio pasado, personal de Gendarmería Nacional detuvo la marcha de Ford, modelo Focus Exe Trend Plus en donde iban a bordo un hombre identificado como A. T. junto con Matías Casco, los cuales viajaban con destino hasta la entrada de la ciudad de Coronda.

Durante la requisa del vehículo, los agentes de la fuerza federal encontraron 42 envoltorios con cocaína que se encontraban debajo de los plásticos del tablero que cubren el interior del sistema de dirección y caja de cambios. Tanto Casco como Alexis T. fueron identificados por los gendarmes y se les inició una causa que se tramitó en estado de libertad y que iba a tener su primer paso en el Juzgado Federal N°1 este viernes 11 de diciembre ante el juez Reinaldo Rodríguez. Llamativamente, a una semana de que Casco se tuviera que presentar en sede judicial por lo sucedido en la autopista, el joven terminó asesinado con un disparo en la cabeza y arrojado al río Coronda. ¿Casco sabía algo que no tenía que decir en el Juzgado?, es la duda que persiste desde que se conoció el crimen del peón rural.

El caso se encuentra a cargo del fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, Gonzalo Iglesias, que primero ordenó la autopsia del cuerpo para determinar el tipo de lesiones sufridas y luego convocó a los pesquisas de la Sección de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal para que comience una investigación con el objetivo de establecer cómo fue el crimen de Casco.

Fuente: Aire de Santa Fe

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