En el 2019, la escuela N° 1297 Presidente Perón, de Sauce Viejo, blindó su perímetro para evitar que los disparos afectaran a los integrantes de la comunidad y al inmueble. A tres años de las balaceras que obligaron a la entidad a cubrir el perímetro del tapial con chapas para evitar que los proyectiles ingresaran a las aulas, el paisaje no cambió y se mantiene todo igual.

En mayo de 2019, los enfrentamientos que se registraban en cercanías a la institución obligaron a las autoridades a solicitar al Ministerio de Educación la colocación de vinilo antivandalismo en todas las aberturas. En ese entonces, desde el Ministerio de seguridad y de la Regional IV se instrumentaron medidas tendiente a controlar los niveles de violencia y se aplicaron protocolos para que los alumnos ingresaran al establecimiento.

En Rosario, la escuela Nº 1027 Luisa Mora de Olguin atraviesa una situación similar vinculada con los hechos de inseguridad. La institución, ubicada en la zona noroeste de la ciudad, solicitó levantar un muro para proteger a los estudiantes. Si bien desde el Ministerio de Educación de Santa Fe accedieron al pedido y decidieron invertir 2,5 millones de pesos en la obra, destacaron que el abordaje debe ser multiagencial.

La escuela está ubicada en barrio Ludueña, zona noroeste de la ciudad de Rosario, en un contexto de dificultades, vulnerabilidad; y donde, lamentablemente, se suceden los enfrentamientos y hechos de violencia de forma frecuente. En ese contexto, cientos de alumnos y alumnas asisten a esta institución privada, que tiene un fuerte arraigo en la comunidad y un marcado compromiso social. Consultados por AIRE, desde el Ministerio de Educación, indicaron que accedieron a un pedido que partió de la propia comunidad educativa y que busca llevar tranquilidad al momento del dictado de clases. De todas maneras aclararon que no se trata de “amurallar” las instituciones, sino de integrarlas a la cotidianeidad de la comunidad.

Fuente: Aire de Santa Fe