El juez federa N°1 de Santa Fe, Reinaldo Rodríguez, procesó recientemente a Jairo Postigo (27), un narco alojado en la cárcel de Las Flores que desde prisión dirigió negocios narcos y los cuales fueron deschavados a partir de un allanamiento ejecutado en enero de este año a raíz de una causa con trámite en la Justicia provincial. La resolución procesó a Postigo por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y alcanzó además su pareja, Aylen Nicole Maturán (26) y su suegra, Fátima Graciela González (58), ambas imputadas de formar parte de la trama narco que tuvo lugar en el popularmente conocido barrio El Caquero de Santo Tomé. El fallo además dispuso la prisión preventiva para Maturán y Postigo, quien además permanece detenido por otra causa que se tramita en el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe. En tanto, trabó un embargo de $787.500 sobre los bienes de los imputados.
La causa se inició a partir de un allanamiento ejecutado por policías de la Séptima Zona de Inspección en una casa de Lisandro de la Torre al 900 de Santo Tomé. Tal procedimiento tuvo por objetivo secuestrar armas de fuego a raíz de una serie de denuncias. Sin embargo, al entrar en la propiedad, los uniformados encontraron cuatro kilos de marihuana en trozos compactos y algunos fraccionados en envoltorios de nylon.
A su vez, y por disposición del juez federal Reinaldo Rodríguez, fue detenida Fátima González, quien al momento del allanamiento dijo que era la empleada doméstica del domicilio. Sin embargo, con el correr de los días y tras la intervención del fiscal Gustavo Onel, se determinó que González no era una simple empleada doméstica, sino que era la suegra de Jairo Postigo, preso en entonces en Las Flores y quien fue el cerebro de los cuatro kilos encontrados. Su conexión con los trozos de marihuana en la casa del barrio El Caquero quedó establecida luego de una serie de escuchas interceptadas al teléfono que utilizaba Postigo desde la prisión y en las cuales confesó, el día que se realizó el allanamiento, en Lisandro de la Torre al 900, que era el dueño de la marihuana.
“Fondea todo me cayó la gorra en mi casa, tengo toda la gorra en mi casa, perdió mi suegra boludo, perdió mi suegra”, le dijo Postigo a un hombre con el que mantuvo un diálogo. — ¿Allá en la villa? — No acá boludo en mi casa, estaba cuidándome la casa justo y había cuatro kilos de faso ahí boludo (Postigo). La escucha fue interceptada en el marco de otra investigación que se tramitaba en la Fiscalía Federal de Onel y en donde Postigo había quedado en el radar como supuesto proveedor de drogas con asiento en Santo Tomé, junto con su pareja.
En dicha investigación, Postigo fue advertido de que supo estar investigado por la Gendarmería, situación que derivó en la Justicia aparte a los gendarmes que estuvieron a cargo de la pesquisa y además solicite que se investigue cómo se filtró la información al recluso. De igual manera, la investigación siguió abierta y terminó confirmando, a partir del allanamiento de enero pasado, el presunto vínculo de Postigo con maniobras de tráfico y venta de drogas
Fuente: Aire de Santa Fe