No hay novedades en el caso Domina. En cancha de Instituto estuvo el presidente de Unión, Luis Spahn, y varios de los integrantes de la comisión directiva. Si bien se bajaron los decibeles de los dardos cruzados que identificaron los últimos días en una relación conflictiva y, aparentemente, terminal, no sucede algo que permita vislumbrar una solución positiva para la institución. A Unión le llegó hace algunas semanas una oferta del Elche de España. Sería una salida, aunque parece difícil por la postura inquebrantable de la parte del jugador en transitar estos últimos meses de contrato sin jugar, “colgado” como se dice en la jerga futbolera, aguardando la llegada del 31 de diciembre para quedar en libertad de acción.
Tampoco desde la representación el jugador –puntualmente Varino o alguien de la empresa Squadra- surgen voces. Habló Spahn –que bajó el nivel de su relato la última vez que se lo consultó sobre este tema- y también lo hizo el jugador a través de sus redes sociales y de un comunicado en el que expresó la no aceptación de la propuesta que le hizo el club el 4 de agosto. Que Unión demoró el arreglo, no quedan dudas. Que luego intentó remediar la situación, también. Y que el gran perjudicado es el club, ni hablar. Se pierde un patrimonio económico y Madelón a un jugador que le podría resultar útil en algún momento. Y ya lo dijo el técnico, claramente, que todos salen perjudicados en esta situación.
Unión –el presidente- tendrá sus motivos para obrar de la manera en que lo hace y tomar decisiones. Pero en un marco de desprotección y riesgo en el que están inmersas las instituciones del fútbol argentino, deberá replantearse el cuidado de los jugadores que surgen del club. No se puede repetir lo de Calderón (quien alguna vez dijo: “A Unión no lo voy a cagar”), esto de Domina y algunas situaciones que ocurrieron con otros jugadores que, sin llegar a quedar libres, estuvieron muy cerca de hacerlo, como por ejemplo ocurría con Federico Vera. También el jugador –o sus representantes para mejor decir- tendrán que replantearse si conviene lo que está pasando. Es muy posible que Domina no la esté pasando nada bien. Y de hecho que se irá mal del club, cerrándose él mismo las puertas de aquella institución en la que creció y se educó. En fin, una situación desagradable por donde se la mire. Con responsables, víctimas y un club que se ve notoriamente perjudicado.
Fuente: El Litoral