En Colón la noticia que reemplazarán un descenso por una promoción generó un fuerte chispazo. Más que nada, porque le daría una posibilidad más, pese a que con todo y la malaria no puede torcerse un rumbo que desde 2019 viene en declive. Al comienzo eran cuatro los que perdían la categoría, en algo que daba un mayor respiro. Ante la falta de resultados positivos, quedó en jaque igual. Después se bajó a tres y nuevamente tomó oxigeno, pero la ecuación no varió.

Habrá que ver si con esto que se aprobaría el miércoles el grupo toma el impulso necesario para salir a flote, ya que Patronato y Gimnasia (LP) se le vinieron al humo y si no se gana, se hipotecará aún más la permanencia en Primera. Con todos estos condimentos –además del sinsabor que causó la goleada en casa ante Boca–, el plantel arrancó esta semana pensando en tratar de terminar de una vez por toda con la malaria ante Talleres, al que visitar el domingo próximo, a las 21.45.

En la práctica estuvo el presidente José Vignatti y el secretario deportivo Francisco Ferraro, que charlaron con el DT Diego Osella, quien seguirá en el cargo más allá de haber dejado a criterio de ellos su posición. Pese a que el grupo va captando su sello y la idea que pretende, por ahora no encontró las respuestas necesarias dentro la cancha y sobre todo, en los resultados. En el primer tiempo ante el Xeneize estuvo a la altura, pero cuando recibió el primer gol en el segundo se quemaron los papeles.

Da la sensación que estar siempre en la adversidad es algo imposible de revertir y por ahí pasa también la cuestión de esta mala racha, ya que la mayoría de las veces arrancó perdiendo. Otro tema trascendental a solucionar es la falta de gol, que va de la mano también con la poca vocación ofensiva. Solo marcó uno en este 2020 (Wilson Morelo a Racing) y, a excepción del cotejo ante Defensa y Justicia –donde mereció ganar–, en el resto pateó muy poco al arco.

Está claro que Osella lo que primero quiere es asegurar el cero en arco propio, pero en ese afán de arriesgar recibió ocho goles en dos partidos. Pero también es cierto que para traerse los tres puntos de Córdoba deberá mostrar ambición por el arco rival y no cometer errores, que es lo que también hace mella. Eso sí, contra el bajo nivel de los jugadores el técnico no puede hacer nada y por eso busca soluciones probando distintos nombres.

Justamente para el cotejo en Córdoba no podrá jugar Emmanuel Olivera por llegar a las cinco amarillas y el que se perfila para reemplazarlo es el uruguayo Rafael García. Precisamente en los movimientos de este lunes formó parte de los trabajos en espacios reducidos, siendo un claro indicio. Después, es prematuro pensar en qué otros cambios piensa el conductor sabalero. Talleres se caracteriza por ser intenso y de apostar por el juego por las bandas. Quizás por ahí venga la planificación.

Se espera por las recuperaciones de Braian Galván y Christian Bernardi, que desde algunas semanas trabajan diferenciados por problemas físicos. Mientras que Damián Schmidt evoluciona de un desgarro y Guillermo Celis está en la parte final de su puesta a puntos tras romperse los ligamentos de la rodilla. Vale recordar que Rodrigo Aliendro recibió dos fechas de suspensión por su expulsión ante Newell’s.

Por eso se piensa que a partir del miércoles se puedan conocer pistas. Aunque de igual modo habrá que esperar para que Osella defina su idea horas antes del partido en el Mario Alberto Kempes. Colón tiene una chance más y llegar a la Copa de la Superliga con la ansiada victoria generaría la inyección necesaria de positivismo.

Fuente: UNO Santa Fe