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por
la redacción
En la jornada de la víspera, la intendente municipal Daniela Qüesta recibió en su despacho a un grupo de representantes de religiones y cultos con templos y espacios en los diferentes barrios de nuestra ciudad. En este marco, el encuentro sirvió para que los referentes religiosos planteen en primera persona la situación que atraviesan y la necesidad trasladada por sus fieles de comenzar a retomar la normalidad, incrementando progresivamente la cantidad de personas que puedan participar de cada celebración adaptándose a la situación y tomando todos los recaudos y las medidas de sanidad y seguridad correspondientes.
Vale la pena recordar que el pasado 9 de junio el gobierno de la provincia de Santa Fe emitió un decreto por el medio del cual permitió que se realicen misas con un máximo de 10 personas en los templos que ya venían habilitados para actividades individuales como la oración o la confesión. Para ingresar y permanecer en los templos es necesario cumplir protocolos de sanidad. En las iglesias de Santa Fe hay trapos con agua lavandina para limpiarse los pies y varios voluntarios en las puertas esperando para ponerle alcohol en las manos a los fieles que ingresen a las parroquias. Además, las personas deben usar barbijos por lo que en algunas Iglesias los voluntarios entregan tapabocas a quienes no tengan.
La medida que generó mayor polémica tiene que ver con la cantidad de personas habilitadas para asistir. Los curas de las parroquias más grandes y con más espacios señalan que están insistiendo para que se permita que asistan más personas. Mientras tanto optaron por incrementar la cantidad de misas por día. El padre Olidio Panigo, párroco de la Basílica de Guadalupe, señaló en diálogo con Aire Digital que en la parroquia hay unos 145 bancos por lo que “entrarían perfectamente 145 personas respetando la distancia de más de dos metros”. Panigo sostuvo que es muy difícil realizar las misas o los sacramentos como el bautismo solamente con 10 personas, por lo que hasta el momento decidieron esperar y no practicar las celebraciones.
Finalizada la reunión, la intendente municipal manifestó: “Entendemos que las actividades religiosas son una necesidad en la vida cotidiana de muchos santotomesinos. La misa u otras celebraciones son momentos en donde se produce un encuentro en la fe de quienes profesan las mismas creencias”. Posteriormente, Qüesta agregó que “tomando esto como base, nos reunimos con algunos referentes de distintos cultos para elaborar juntos un protocolo que luego enviaremos al gobierno de la provincia para que se evalúe la posibilidad de retomar las celebraciones religiosas. De a poco, con responsabilidad y consciencia vamos avanzando hacia la normalización de todas nuestras actividades”.
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