Se inicia una semana más de incertidumbre total para el fútbol argentino. En el Mundo Colón, a pesar que Eduardo Domínguez junto al profe Santella y la mayoría de los jugadores ya están en condiciones de entrenar, no hay luz verde para nada. Sólo para el entrenamiento individual, lo que depende del espacio físico de cada domicilio. Ni bien se tengan precisiones de fechas, los jugadores importantes que están afuera volverán: el “Pulga” Rodríguez en Simoca, provincia de Tucumán; los uruguayos Leo Burián y Rafa García en Montevideo; Lucas Viatri en la provincia de Buenos Aires.
En medio de esta problemática, los dirigentes intentan avanzar lo más que puedan en armar el nuevo presupuesto, de la post-pandemia. El primer paso, la fase 1 del plan, buscó que que los futbolistas que se fueran (Da Luz, Schmidt, Estigarribia, Celis, Esparza, Gastón Díaz, Zuqui), aceptaran algunas reducciones, cobran la deuda y firmaran la baja del contrato. Como ya se dijo, el único que no llegó a un acuerdo fue el “Pelado” Matías Fritzler.
Ahora bien, la fase “2”, por llamarla de alguna manera pasaba por poder “blindar” los contratos juveniles, extender el vínculo —van casi todos hasta el mes de diciembre de 2022— y asegurar el patrimonio. Los futbolistas Tomás Chancalay, Tomás Sandoval, Santiago Pierotti y Brian Farioli, además de Facundo Garcés, están en ese listado que sólo “deben firmar”. Es que, en esos cinco casos, los acuerdos de palabra ya están arriba de la mesa.
Ahora, la fase 3 que tiene ideado el presidente José Vignatti no es nada que sorprenda, porque además fue el mismo pope máximo sabalero el que lo anunció públicamente: buscar la reducción de los contratos que están vigentes. Una vez que físicamente los futbolistas puedan estar en Santa Fe, el primer “corte” en la ronda de negociaciones, incluye cuatro nombres: el “Pulga” Luis Miguel Rodríguez, Brian Fernández, Lucas Viatri y el zaguero uruguayo Rafa García.
Para muchos, este trébol de cuatro contratos se caía de maduro:
— 1) Cuando fichó al “Pulga” Rodríguez, ídolo de Atlético Tucumán, Colón metió el bombazo más ruidoso de ese mercado de pases.
— 2) Cuando decidió darse el gusto de Brian Fernández, el jugador-hincha, estaba comprando al quinto goleador argentino en el mundo (venía de la MLS).
— 3) Finalmente, los casos de Lucas Viatri y Rafa García, llegaron como consecuencia de la desesperación en el último mercado por el tema del descenso. Venían con salarios “casi dolarizados”.
Este será el gran desafío de José Vignatti apuntando al nuevo Colón: “bajar” los salarios más altos del “viejo” plantel y empezar a armar el “otro” presupuesto, el que venga post-coronavirus. En estos cuatro casos, incluso, Colón está dispuesto a escuchar ofertas para encontrar una salida en común con los representantes de los futbolistas. De todos ellos, por cuestiones obvias, lo más complicado es lo de Brian Fernández, porque el “38” viene sin rodaje futbolero ni continuidad en los últimos tiempos. Si queda, es el gran exámen paralelo para Eduardo Domínguez como entrenador.
Arreglar las deudas de los que se fueron fue la fase 1. Arreglar los contratos de los jugadores del club que estaban con vencimientos cortos fue la fase 2. Finalmente, la fase 3 es ir por la poda y quita de los contratos vigentes más importantes; después le tocará al resto. Tanto Cristian Bragarnik (agente de Brian Fernández) como Roberto San Juan (represenante del “Pulga” Rodríguez) están expectantes de lo que será el mano a mano de Vignatti con los dos jugadores-franquicia. Al nacido en Simoca (allá PR7…acá PR10) le queda un año más de contrato en Santa Fe: antes de la pandemia había dicho que quería quedarse a cumplirlo en Colón sin escuchar ofertas. Al goleador nacido en la “República de Yapeyú” le queda mucho más tiempo de vínculo, pero como lo dijo el mismo Bragarnik, “su lucha es día a día”.
Fuente: El Litoral
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