El Senado provincial analizará un proyecto para evitar que los comerciantes manipulen las tarjetas de crédito y débito en las transacciones llevadas a cabo en locales comerciales de toda la provincia

Esta iniciativa que llega tras la normativa puesta en marcha en Río Negro y Neuquén, a partir de las estafas denunciadas por turistas en esos destinos patagónicos. Las provincias patagónicas buscaron proteger a consumidores y turistas. La ciudad más afectada por este tipo de hechos fue Bariloche, donde se registraron numerosas irregularidades a partir de medios de pago electrónicos en Cerro Catedral y Cerro Otto.

El proyecto local ingresó la semana pasada por mesa de entradas a la Cámara alta santafesina por medio del senador del bloque PJ Lealtad por el departamento Castellanos, Alcides Calvo, y propone prohibir la manipulación y/o traslado hacia otro lugar de los plásticos a la hora de efectuar el pago de un consumo.

Estaba previsto que la iniciativa se tratara el pasado jueves 24 pero finalmente se pospuso al igual que la sesión. Allí se establece que los clientes no tendrán la obligación de entregar sus tarjetas de crédito o débito a los empleados de un local comercial al momento de pagar ni llevarlas a otro ámbito; deberán, indefectiblemente, realizar la operación a la vista del usuario.

Una iniciativa del mismo tema ingresó en marzo de 2022 en la Cámara baja provincial, impulsada por el legislador de Evolución Radical Juan Cruz Cándido. Se planteaba allí la necesidad de disponer de medios de pago electrónicos a la vista del cliente, una modalidad que crece en Rosario a partir de la tecnología wireless que proveen los posnet.

Desdel sector del diputado radical indicaron que esa iniciativa estaba “estancada” en la comisión de Industria y Comercio de la Cámara baja provincial. El proyecto promueve formas seguras de pago con tarjetas de crédito o débito en locales que utilicen dispositivos electrónicos de cobro o cualquier terminal de captura de tarjetas de crédito, débito y prepagas, que permitan perfeccionar el cobro de ventas, con la finalidad de prevenir estafas derivadas de la sustracción de datos de tarjetas de débito, crédito y de los Documentos de Identidad de los clientes.

Se disponía además la posibilidad de extender créditos blandos para la compra de dispositivos electrónicos, ya que consideraba como “un derecho” del cliente que esas transacciones se realicen a la vista del mismo, a fin de garantizarle seguridad en la operación.

Fuente: La Capital