La concejala Rosana Zamora propuso solicitar a la intendenta que informe si a través  de algún área del Gobierno Municipal se han realizado inspecciones en el Centro de Selección, Reciclado y disposición Final de Residuos Sólidos, fundamentalmente sobre Resultados de Auditorías, cantidad de toneladas ingresadas desde el comienzo de funcionamiento de la planta al día de la fecha y promedio por día, estado de las calles internas y si las mismas se encuentran libres para el tránsito y estado de las capsulas contenedoras de residuos. Como también, de la forma de Construcción e impermeabilización de los módulos para enterramiento de capsulas, cantidad de módulos construidos, niveles de ocupación  y disponibilidad del predio destinado para tal fin, de los vectores, olores, voladuras y materiales particulares, de los pozos de monitoreo, de la calidad de aguas subterráneas, de la calidad de agua que consumen los habitantes de las viviendas aledañas y de los líquidos que vuelcan a través de los desagües al canal Malaquía.

Asimismo, en su propuesta la concejala justicialista pide si la respuesta es afirmativa, solicitar al Ejecutivo Municipal que eleve al HCM  la correspondiente documentación y, en el caso de que sea negativa, requiere que a través del área pertinente o en su defecto a través de quien considere apropiado realice las inspecciones adecuadas y luego eleve sus resultados al cuerpo legislativo. En los fundamentos la Profesora Rosana Zamora manifiesta que los vecinos aledaños a la planta señalan inquietudes que deben ser atendidas por el Ejecutivo Municipal.  Por una parte expresan que, desde la instalación de la planta en la zona ha proliferado la presencia de grandes roedores.  Por otro lado, dicen que los días de lluvias, el agua no tiene un correcto escurrimiento en sus campos.  Además, se muestran muy intranquilos por la calidad de agua que extraen sus bombas, como también cuentan que, desde sus propiedades se pueden observar capsulas con residuos que presentan roturas.

Cabe mencionar, que en la ciudad de Santo Tome la Empresa COTRECO construyó una Planta de Selección, Separación y disposición final de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) cimentada sobre la necesidad de transformar a la ciudad en una de las primeras de la provincia y del país en tratar de manera adecuada los residuos. Como una propuesta innovadora que gestiona de manera integral los RSU, a través de una Planta de Reciclado donde se separan y se acondicionan para su posterior comercialización; y la DISPOSICIÓN FINAL del descarte a través del sistema de compactación y encapsulado.  Una disposición final más eficiente y en un menor espacio. El sistema para la disposición final de los residuos es  el ENTERRAMIENTO SANITARIO CONTROLADO en módulos y para que no migren líquidos lixiviados se impermeabilizarían los fondos y taludes de excavación y terraplenes con una membrana flexible, imputrescible, inerte, con protección UVH.  El material debe cumplir con los requisitos técnicos de la norma GM13 de Geosynthetic Research Institute y contar con protocolos de calidad emitidos por el fabricante (Certificación ISO 9001)

La superficie de apoyo de la membrana  corresponde ser nivelada, rodillada y compactada a efectos de obtener una base de asiento de capacidad portante suficiente, perfectamente alisada y teniendo en cuenta las pendientes del terreno. Los paños para la impermeabilización de las celdas se colocaran sobre la superficie, solapándolos a fin de poder ejecutar la soldadura entre ellos. Las soldaduras habrán de garantizar la continuidad de impermeabilidad en la totalidad de la superficie a ocupar. En caso de presentarse deficiencias en las soldaduras, roturas o incumplimiento de las características mínimas exigidas, podrá la empresa COTRECO  sin perjuicio de las sanciones, subsanar el problema, reemplazando el paño en cuestión o realizando trabajos de reconstrucción.  Esto con previa autorización y aprobación de la inspección.

Los módulos podrían ejecutarse en escalones pero deberán presentar pendientes definidas garantizando la estabilidad de taludes; máximo escurrimiento, mínima infiltración, mínima erosión, integración con el paisaje circundante y optimización de las dimensiones del módulo para un mayor aprovechamiento del predio. Una vez preparadas las fosas, se depositarían en ella las cápsulas de residuos de 4 metros por 1,60 de diámetro, producidas por el equipo de encapsulado  (sistema Ferioli Eco), variando entre 4 y 5 toneladas de peso cada una, las que serían cerradas y dispuestas en la fosa del relleno sanitario. Teniendo en cuenta la cantidad de toneladas de residuos a tratar y considerando las dimensiones de las fosas,  la Empresa COTRECO debería  prever un plan de trabajo. Siempre se debería contar con el avance de excavación necesario para garantizar la continuidad y regularidad del Servicio.

El material de la cápsula  debe garantizar impermeabilidad, evitando que los residuos entren en contacto con el aire, la diseminación de olores desagradables, proliferación de insectos e inclusive bacterias que producen enfermedades en el ser humano;   y fundamentalmente la entrada de agua proveniente de lluvias con la consecuente formación de lixiviados que contaminan el suelo y napas freáticas. Además, se deben ejecutar las bermas necesarias a los efectos de evitar el contacto del agua de lluvia con los residuos y los lixiviados para realizar la disposición final de los residuos sin presencia de líquidos. COTRECO  está obligado a remover y retirar de la zona de fosas, caminos, todo elemento que obstruya la circulación y el correcto funcionamiento de la planta.  En cuanto a los caminos interiores debían estar acondicionados de forma tal que soporten el tránsito de vehículos livianos como maquinaria pesada, que permitan acceder a cualquier punto de la planta. Si fuera necesario se  debería incorporar en forma periódica material de cobertura a los caminos. Las zonas verdes deben ser prolijamente mantenidas como parque.  El contratista debería periódicamente cortar y regar el césped, resembrar en caso de ser necesario y dar los cuidados necesarios a las distintas especies implantadas en la zona. El proyecto debería prever una integración paisajística con la existente al momento de iniciación del contrato, de manera tal de garantizar una continuidad del entorno natural y el del área de explotación, minimizando impactos negativos.