Colón atraviesa uno de los momentos más complejos de la temporada en la Primera Nacional. La derrota por 1-0 ante Temperley, en el estadio Alfredo Beranger, encendió todas las alarmas en el cuerpo técnico liderado por Andrés Yllana, quien no dudó en tomar una medida tajante tras la preocupante actuación de su equipo.

En una conferencia de prensa que duró apenas un minuto, Yllana fue directo al señalar el principal problema que detectó en su equipo: la falta de actitud. “Fueron cinco minutos en los que el equipo no luchó. No es que se durmió, dejamos de luchar y perdimos el partido”, expresó con tono serio y visiblemente molesto. Y agregó una frase que ya anticipaba lo que vendría: “Es una semana la que viene para tomar una decisión importante. Nada más que eso”.

Lo cierto es que la decisión no tardó en llegar. Tal como adelantó Diez en Deportes, el entrenador determinó que, desde este martes hasta el viernes, el plantel trabajará en doble turno. Se trata de una medida tanto física como simbólica: busca mejorar el estado del equipo, pero también representa un claro mensaje de autoridad ante lo que Yllana considera una actitud inadmisible dentro del campo de juego.

Para el fin de semana, sábado y domingo, se reducirán las cargas físicas, con el objetivo de llegar en las mejores condiciones al próximo compromiso: el lunes 23 de junio ante Nueva Chicago, como visitante, por la fecha 19 de la Zona B.

La decisión del DT no solo apunta a un repunte deportivo. El trasfondo es más profundo: Colón no logra consolidar un funcionamiento colectivo ni una regularidad que lo mantenga firme en la pelea por entrar al Reducido, objetivo que cada vez parece más lejano si el equipo no cambia radicalmente su cara.

Con este cambio de rutina, Yllana envía un mensaje contundente al vestuario: el que no esté comprometido, no tiene lugar en su Colón. La pelota ahora está del lado de los jugadores

Fuente: LT10