Se trata de un proyecto de Ley, mediante el cual se busca la prevalencia de la producción y comercialización de productos y servicios en un marco de conductas éticas.

En este sentido, el legislador promueve la implementación de una mesa de trabajo conjunta por el comercio justo. Este ámbito administrativo, de seguimiento y promoción, estará conformado por miembros de los ministerios de Producción, Ciencia y Tecnología, Ambiente y cambio climático y Salud y desarrollo social, junto a representantes de industriales y empresarios, además de personas comprometidas con el concepto de Comercio Justo.

Dicha mesa será la encargada de gestionar todos los aspectos del régimen previsto por el proyecto, incluido el registro de productores y comerciantes que participen del mismo.

El concepto de Comercio Justo está conformado por un conjunto de principios rectores, conducentes a dotar de ética a la actividad productiva y comercial.

Así, el favorecimiento a productores en situación de desventaja económica, las condiciones dignas de trabajo, la equidad de género, la erradicación del trabajo infantil, la erradicación de la discriminación, el respeto al medio ambiente, la transparencia, la rendición de cuentas y el precio justo, son directrices que deben guiar el ejercicio de la actividad. En la medida en que estos principios se concreten y ejecuten en el marco del comercio, estaremos ante el ejercicio del Comercio Justo.

Conforme al proyecto de Ley, quienes desarrollen su actividad comercial en el marco de estos lineamientos, recibirán un sello de calidad que acreditará las buenas prácticas en la actividad.

De esta manera, se busca identificar aquellos productos que ingresan al mercado respetando aquellos principios éticos en su producción y comercialización, a los efectos de que, si así lo desea, el consumidor pueda privilegiar la sustentabilidad del medio ambiente, por ejemplo, cuando adquiere un producto.

Al respecto Palo Oliver sostuvo: “el comercio justo es una forma de intercambio, alternativa a la tradicional, que nació en los Estados Unidos en la década del ’50. Se intenta que en el proceso de producción y de comercialización de productos y servicios, se respete la dignidad humana, se reconozca el esfuerzo del productor y se proteja el medio ambiente, promoviendo el consumo prevalente de esos productos y servicios por encima de quienes producen y venden sin tener esa conducta.

Por ello, pretendemos aportar desde nuestra responsabilidad pública y política para que estos conceptos, valores, oportunidades y beneficios que comportan el comercio justo y el consumo ético, tengan el reconocimiento en nuestra provincia”.