Aventurero. Cuando se le pregunta a Pablito Viajero cómo se define asegura que esa palabra le sienta muy bien. Es que el joven santotomesino de 33 años decidió dejar atrás su vida tal y como estaba, para viajar por todo el país en una Econo Power. Pero quiere ir un poco más allá: llegar a Alaska, de sur a norte. En este viaje lo acompaña su fiel compañera, una Go Pro con la que registra cada momento, cada ruta, cada paisaje y con eso genera contenido que sube a YouTube. En su perfil tiene más de 580.000 suscriptores y asegura que se puede vivir viajando y trabajando de youtuber.

En una entrevista en AIRE, Pablo Imhoff contó que decidió empezar a viajar inspirado en otros viajeros y otros viajes que él mismo había realizado. Vivía en Rosario hacía siete años y trabajaba en un laboratorio óptico. “Ya tenía mi vida armada ahí. Pero irme de Santo Tomé a Rosario me cambió mucho la cabeza, y con el tiempo empecé a ver otras formas vida, viajeros en redes, en blogs y eso me llevó a replantearme mi vida”, contó.

A los 27 años decidió dejar atrás su antigua vida y empezar una de cero. Renunció al trabajo, rescindió del contrato de alquiler y se lanzó a la aventura. No puede asegurar que lo que tuvo fue miedo, pero sí incertidumbre por no saber qué iba a pasar. “Dejar todo de un día para el otro y empezar de cero no es fácil, para mí y para mi entorno, mi familia y amigos que influyen en uno. Me bancaron más o menos, pero es normal, ellos quieren lo mejor para mí, entonces les da miedo. Pero yo quería intentarlo al menos, y por suerte funcionó y me fue bien”, dijo.

El #ProyectoAlaska, como él lo denomina, tiene como meta recorrer entre 40 mil y 50 mil kilómetros para unir todo el continente americano. Pablo realiza esta aventura en dos ruedas, con una Honda C90 Econo Power a la que él mismo junto a varios amigos le realizó modificaciones: le colocó alforjas laterales de cuero, un baúl trasero de madera y una toma de 12 volts. El viaje ya comenzó en Ushuaia y recorrió toda la Argentina por la Ruta 40 hasta llegar a La Quiaca.

En el camino vivió varias situaciones extremas. En este último viaje tuvo dos puntualmente, una en el Abra del Acay, o también conocido como “Nido del viento blanco”, que se encuentra ubicado la provincia de Salta, en la región noroeste de la Argentina. Por este paso de montaña corre Ruta 40, que en el km 4601 alcanza su punto de mayor altitud, que es de 4895 m s. n. m..

En ese lugar le agarró mal de altura y se quedó literalmente sin aire. Luego llegando a un pueblo que se llama El Angosto, en pleno altiplano de la provincia de Jujuy, atravesó una tormenta eléctrica, que en el norte “son bastante jodidas, muere mucha gente muere en estas situaciones”, dijo.

Pero más allá de estos episodios, afirmó que le pasan un montón de cosas lindas en el viaje, “conocer gente y lugares todo el tiempo es lo más lindo, las experiencias vividas con la gente”. Encontró amigos, amores, con los que sigue en contacto “más allá de las distancias”.

Al hecho de vivir viajando no lo vive como si fueran 100% vacaciones, ni 100% trabajo, es más bien “un estilo de vida”. “Es trabajo, es disfrute, es todo en un viaje. No es algo puntual, mi vida es estar viajando”. Además contó que está todo el tiempo pensando en las tomas, grabando un montón, porque lo que realiza es videoblog, “muestro toda mi vida y lo que voy viendo en el viaje”, dijo.

Consultado acerca de si los ingresos que percibe trabajando como generador de contenido le permiten tener un buen pasar económico, afirmó que “se puede vivir bien siendo youtuber, podes llegar a percibir buenos ingresos. A mi me están permitiendo seguir viajando, pero no es tan fácil lograrlo. Lleva mucho tiempo y dedicación”, dijo y agregó: “Al principio no vas a ganar nada y hay que solventarlo con otra cosa. Esto se consigue con mucha constancia y trabajo, no es magia. Hay que ofrecerle un buen contenido a la gente para que mire los videos”.

El edita y graba cada uno de los contenidos que sube, y aseguró que lo aprendió con el tiempo. “Soy autodidacta, no hice cursos de cine, ni de edición, soy técnico óptico”. En sus videos se puede ver que por cada una de las ciudades y pueblos que recorre la gente lo reconoce en la calle, lo saluda, lo que da cuenta de la magnitud del público que tiene. “Es lindo que la gente me reconozca en la calle, porque es una devolución al trabajo y el esfuerzo que uno hace. La gente de alguna manera viaja con los videos, conoce lugares y disfruta los paisajes, es muy gratificante”.

Lanzarme a la aventura fue la mejor decisión que tomé en mi vida. Uno a veces se cierra en algo, no se anima a dar el paso y está bueno animarse. No es necesario dejar todo y dar la vuelta al mundo, pero a veces un pequeño cambio es mucho en tu vida. Cuando tenés un sueño con un pequeño pasito que des ya estás cambiando muchas cosas

No le gusta dar consejos, prefiere contar su ejemplo, su vida, porque consideró que cada persona es diferente y la recepción del mensaje es individual. Pero afirmó que “lo que puedo decir desde mi lugar y experiencia es que lanzarme a la aventura fue la mejor decisión que tomé en mi vida. Uno a veces se cierra en algo, no se anima a dar el paso y está bueno animarse. No es necesario dejar todo y dar la vuelta al mundo, pero a veces un pequeño cambio es mucho en tu vida. Cuando tenés un sueño con un pequeño pasito que des ya estás cambiando muchas cosas”.

El trabajo que hago es una aventura, no sólo el viaje en sí, si no el día a día es una aventura. La semana pasada dejó la moto en La Quiaca y volvió a Santa Fe a realizar trámites, pero retomará su viaje pronto. Ahora el viaje sigue por Bolivia en los próximos días. Luego irá recorriendo los diferentes países, Sudamérica, Centroamérica y Norteamérica hasta Alaska.

Fuente: Aire de Santa Fe